Dicen los que no aman la Revolución Cubana que el bloqueo no existe, sin embargo, servicios como Spotify y HootSuite no funcionan en CUBA.
El bloqueo de Estados Unidos contra CUBA se impone desde muchas aristas y esta es una de ellas, el temor a las sanciones que puedan emanar de solo, funcionar o ser vistos desde CUBA, aun cuando incluso el país en sí tiene prohibido comerciar con dólares norteamericanos y se penan a los bancos internacionales si lo hacen.
CUBA posee (ha inventado) una especie de Criptomoneda llamada MLC (Moneda Libremente Convertible, casi a nivel del dolar en el cambio), que permite recaudar monedas internacionales; funciona a través de una cuenta bancaria que te asigna una tarjeta magnética con la que, «cargada con dinero real, menos la moneda norteamericana», puedes comprar en tiendas productos que no aparecen en moneda nacional, el «Peso Cubano».
Esta es la estratagema que CUBA usa para poder recaudar las divisas y poder con ellas alimentar la economía, pero que aun cuando ya comenzó la compra venta del dinero extranjero sigue siendo un método que resuelve, pero que crea desigualdad… o al menos la desnuda.
Por ejemplo, si se necesita comprar una lavadora que es importada e incluso, pampers, solo puede ser en MLC.
Pero CUBA sabe que los tiempos cambian.
El nuevo método de pago Ruso que competirá con Visa y MasterCard, ya comenzará a funcionar en el país, facilitando a estas tarjetas que se expandirán por los bloques asiáticos y próximamente en Africa y quien sabe, en otros paises de América, irremediablemente, ayudarán a CUBA a sortear las dificultades mientras que las nuevas asociaciones mundiales aterrizarán lo más pronto posible en el país porque, simplemente, la isla grande del Caribe tiene poco que perder, lleva más de 60 años bloqueado.
Ilusos los que no comprenden el poder hegemónico que tiene el dólar norteamericano y el alcance de las sanciones a nivel mundial.
Hoy se teme comerciar con CUBA… pero ese miedo irá desapareciendo, ahora, aceleradamente, porque muchos paises se sentirán protegidos por los nuevos bloques y Occidente no podrá bloquearlos a todos.
La guerra en Ucrania ha acelerado un proceso que tarde o temprano acontecería, el enfrentamiento de Occidente con el resto del mundo en el que China, Rusia, India, Irán y otros son las locomotoras… en ese orden y más.
La forma en que el mundo ha funcionado, donde varios países han mandado la política internacional, aplicando sanciones e incluso, invadiendo países, comienza a terminar… nadie sabe que tiempo durará, pero el mundo no ha apoyado a «Occidente» en su carrera desesperada en parar a Rusia y los que no le apoyan, miran a otro lado, sin dejar que se les presione desde las ex-metrópolis, el viejo continente.
CUBA, la que ha resistido la arremetida imperial, el bloqueo que llego a impedir que llegara a la Isla un barco con oxígeno para salvar vidas en el Covid, es el país ideal, ese que participó abiertamente en el proceso de descolonización de muchos países que hoy, ya independientes, se enfrentan al viejo orden, está preparado para asumir su papel preponderante en la llegada de ese nuevo orden en América, donde el caldo de cultivo está listo porque en el continente, cada día más países le dicen a Estados Unidos que ya no manda… al menos, no como antes.
Los softwares que no llegan «normalmente» a CUBA son usados de todos modos a través de VPN… por lo que la prohibición abierta, como muchas de las sanciones de este tipo, con el uso de la tecnología trivial, se burla.
América deberá reforzarse como bloque para poder sobrevivir en este nuevo mundo aunque posiblemente, CUBA se inserte en los bloques como el nuevo de Shangai antes que esto pase.
En lo que llega, CUBA usará los softwares alternativos a Spotify y HootSuite que aún no han usado porque Asia está lejos (aunque cada día más cerca), como también arribarán los nuevos métodos de pagos rusos, chinos, venezolanos, iraníes, turcos, indios… los bancos irán buscando aliarse y las monedas «nuevas» o no comúnmente usadas comenzarán a tener preponderancia no solo en la isla sino en este lado del mundo, por lo que seguro, a mediano plazo, y con los recursos humanos creados durante décadas, crecerá como un país que vuelve a nacer con asombrosa velocidad.