Asistí a la puesta en circulación de Los Peligros de la Globalización, en FUNGLODE, y allí, en contexto, pude escuchar las palabras de Franklin Almeida sobre cómo el gobierno del PLD pudo actuar económicamente en un clima de crisis mundial que sacudió al mundo durante el último mandato de Leonel Fernandez.
Comprendí algunas temas que como fue de esperar, la oposición atacó en su momento e incluso ahora, sin embargo puede que desde lo económico y ante la fragilidad de la economía dependiente Dominicana, no quedaran muchas alternativas.
El gobierno de Leonel Fernandez se caracterizó entre otras cosas por temas que avergüenzan al país, como fue el contrato entreguista de la Barric Gold, el cuasi regalo de Sans Souci a una de las familias más adineradas del país, la entrega de las llamadas Torres de la Vergüenza a sus allegados, innombrables adefesios como los Paqueos de la UASD, los Peajes sombras que aun pagamos y otras faltas que arrastra como lastre cada vez que se quiera hablar de su gobierno, como mismo hay que aupar el que en su turno frente al país se construyó una de las más monumentales obras como El Metro, los Elevados, Túneles y Carreteras que han sido el alivio en Santo Domingo y otros lugares frente al caos de DesOrdenamiento Territorial que sus mismos mandatos no buscaron y/o promulgaron y que ahora, en «oposicion» expone.
En el «descanso» que llevará al menos 8 años, quien le siguió optó por lo esencial: Acabar con el Analfabetismo, pues no podría haber un país desarrollado mínimamente con ese flagelo, aplicar las visitas a las economías de bajos y medios ingresos mediante un sistema de visitas populistas clientelares llamadas Visitas Sorpresas que rompen la constitucionalidad pero acercan al presidente a las masas y a productores, así como programas de atención primaria, especiales y otros que desde lo social están muy bien aplicados aunque igualmente su ejecución se basa en sistemas completamente clientelares.
Al final todos los gobiernos, los que han pasado, están y prometen estar no quieren acabar con las malas prácticas clientelares, no les interesa, incluso a la población dominicana en su conjunto no interesa y su desmonte debe, el día que llegue, ser gradual pues el costo social será inmenso.
En el caso de Leonel, no solo se sigue rodeando de personas que por sentido común no deberían estar a su lado, sea por cuestionamientos jurídicos o porque hicieron como funcionarios públicos gestiones muy cuestionables o ineficientes y no cuentan con el apoyo popular, incluso ni con la simpatía popular, más allá de los ataques mediáticos. Esto expone que podriamos tener un Copy & Pega de sus anteriores mandatos.
Leonel es posible que no entienda que hoy no basta con su figura mesiánica… la sociedad dominicana vota por el menos malo… pero cada día se educa más. Los jóvenes de hoy lo ven como «lo pasado» en un mundo cada día más globalizado.
Las nuevas generaciones están ausentes de los políticos, no creen en «ninguno», les hiede el tema, en una andanada de propaganda asesina de ciudadanía del dame lo mio y rápido.
Leonel otra vez está inalcanzable, rodeado de anillos inexpugnables, colocando muros que lo separan de la población en medio de una sociedad que cambia cada día hacia la comunicación horizontal.
Cada día se escucha menos, la gente quiere participar, debatir, increpar, criticar, ser escuchado, en el mismo plano.
La visión de Leonel es gigante, tanto que una vez osó llamar a RD New York chiquito…y lo peor es que se lo creía… sin entender que abajo, en el pueblo, la ineiquidad, la desigualdad, la violencia, clientelismos, corrupción, abandono… es el día a día de una sociedad cada vez más dejada a su suerte, descontrolada, con cifras sociales que darían vergüenza cuando se muestra como obra una gran carretera o un elevado.
No habrá desarrollo sin desarrollo humano y una sociedad organizada, consciente de sus derechos y deberes y en esos tópicos Leonel esta desaprobado.
Leonel debe sacudirse, tal vez regresa (si lo dejan llegar), haga un gobierno…. como otro más, sin embargo, la sociedad necesita alguien que entienda perfectamente que lo que hizo pudo haber estado mil veces mejor… crítico a sus propias malas prácticas, alguien que cuando termine la historia lo cuente no como el gran constructor del ladrillo sino como constructor social.
Leonel, ¿a qué quiere regresar…? aun no lo sabemos.
