SANTIAGO.-El alza dispuesta al pasaje del transporte público, desde este lunes por los sindicatos que operan las diferentes rutas, ahonda aún más los niveles de precariedades en que se desenvuelven la mayoría de los trabajadores, cuyos ingresos no compensan sus niveles de gastos.
El aumento es el fruto del incremento del precio del Gas Licuado de Petróleo (GLP), dispuesto por el Gobierno, el pasado fin de semana, que coloca el galón de ese derivado de petróleo, el de mayor consumo por las unidades del transporte público, en RD$116.00 pesos.
Los transportistas que mantienen el control de las diferentes rutas del transporte público, habían amenazado con disponer el aumento en el precio del pasaje, cuando el precio del GLP alcanzara los RD$116.00 pesos, por lo ayer dieron cumplimiento a su amenaza.
El grueso de la mayoría de trabajadores, tanto público y privado, son los principales usuarios del transporte, porque le dan uso todos los días, para acudir a su centro de trabajo y viceversa, por lo que son los más afectado con esta nueva carga económica.
También hay que agregar que esos trabajos son los que devengan los sueldos más bajos, lo que no le permite hacer frente al alto costo de la vida, que cada día se dispara, debido a que los precios de los productos, mercancías y servicios, experimentan alzas constantes, lo que reduce cada día su poder adquisitivo.
La incapacidad del Estado Dominicano, ha provocado que el sector privado asuma el control del 85% del transporte público, urbano, 100% del transporte interurbano, lo que hace que sean éstos los que dispongan el precio, porque las autoridades, no tienen las unidades suficientes para atender la demanda de la población.
El transporte es una pieza clave para el desarrollo en todo los países, razón, por la cual, esa responsabilidad no debe descansar en manos de particulares, como ha ocurrido en este país, en el que, la falta de institucionalidad y de autoridad, ha destruido todos los intentos que se han hecho, para que el estado tengan un sistema de transporte eficiente.
Ante esa situación son los operadores privados que han asumido tan vital para garantizar la movilidad de cargas y pasajeros, llegando éstos a su vez a poner las reglas de juego frente a los embates de las fluctuaciones que presentan los precios de los derivados del petróleo, en las diferentes épocas.
En los países desarrollados y aún en aquellos pequeños, de La Américas, el transporte de pasajeros es colectivo, mientras que el sector privado opera el sistema de taxis, medio presentes en gran parte del mundo.
