Los supervisores coaccionaron a los trabajadores, según cuatro supervivientes. El derrumbe del edificio se ha cobrado la vida de ocho personas y hay 62 desaparecidos entre los escombros.
Las alarmas que avisan de la proximidad de un tornado sonaron varias veces mientras los empleados de una fábrica de velas de Mayfield (Kentucky) trabajaban. Primero, saltó la alarma a las 5:30 del sábado y ante el inminente riesgo de que el tornado arrasara la fábrica, las 110 personas que estaban allí pidieron a los supervisores irse. Solicitud que fue denegada.
«Si os marcháis, es más que probable que seáis despedidos», sentenció uno de los capataces, según apunta McKayla Emery, una joven trabajadora que se encuentra hospitalizada, y que corroboran tres empleados más. Las alarmas volvieron a saltar cuatro horas después de la primera vez y en esta ocasión el tornado sí que destrozó la fábrica mientras los trabajadores se encontraban dentro del edificio.
Solo 40 trabajadores de los 110 que se encontraban en la fábrica fueron rescatados con vida. Ocho empleados han fallecido tras el colapso del edificio y el resto, 62 personas, se encuentran desaparecidas entre los escombros. La amenaza del despido hizo que los trabajadores no abandonaran su puesto pese al peligro, aunque desde la dirección de la empresa aseguran que «es totalmente falso» que les coaccionaran.
La imagen aérea de la fábrica es una de las más representativas de la catástrofe que han dejado los más de 35 tornados que azotaron Estados Unidos el pasado fin de semana. El número de fallecidos confirmados se sitúa en 88, la mayoría en Kentucky, pero no se descarta que la cifra siga aumentando.
tomado de PUBLICO.es
