AMLO ha devenido en un presidente que no solo gana, sino que informa a la prensa y al pueblo de todo lo que ocurre con su gobierno, lo positivo, lo negativo, lo que han podido hacer, lo que no han podido hacer, coloca a sus ministros a dar explicaciones, detalles, los lanza, junto a él mismo, a las preguntas y cuestionamientos, a veces provocaciones, de la ávida e incansable prensa.
Su forma ha producido que la aprobación suba por encima de los 80 puntos, en medio de un desabastecimiento de combustible provocado por la lucha contra la corrupción.
La corrupción, e incluso la impunidad, mató al estado mexicano hasta cifras verdaderamente alarmante y esta situación «parió» a AMLO.
La delincuencia comienza a retroceder, la corruptela sabe que hay «nuevas reglas», México comienza a recuperarse.
En el caso de la República Dominicana, sumergida en la lucha de grupos narcos, ante la posible complicidad o ineficiencia de los organismos de seguridad que deben mantener salva a la sociedad, el caso se apodera de la vida diaria en medio del evidente fracaso de la lucha contra los males sociales desde hacer gobiernos… ya.
En medio de la incertidumbre, Danilo Medina opta por el silencio salvo algunas excepciones, se divorcia del buen acto de informar y pone a sus «vocales» a dar noticias frías, insípidas, verticales, evitando cuestionamientos, aupando discursos reeleccionistas que ganan a los temas sociales, que deben ser los primeros.
Mutis vs Rendición de Cuentas…
Dos formas de no solo gobernar sino mantener realmente informados a los gobernados.