Baní, Peravia. – En una desafiante y burda violación a la Ley 64-00, que debe cuidar este sistema ecológico como área protegida, grandes socavones hieren las entrañas de estas milenarias montañas de arena, así como toda su endémica y particular vegetación.
Daño ecológico
Decenas de camiones volteos y volquetas de hasta 20 metros cúbicos extraen otra vez arena, así lo revelan productores de la zona, parceleros, vecinos de Las Calderas, Los Tumbaos y Quijá Quieta, las arenas de las Dunas Banilejas.
Esto se produce nueva vez justo en un área que hace un año y dos meses Listín Diario llamó la atención del país en una serie de reportajes y notas editoriales, revelando los daños ocasionados por sindicatos de camioneros, dueños de ferreterías y otros actores de la industria de la construcción que operan con toda impunidad, frente a unas autoridades que resultan indolentes ante este grave crimen ecológico.
Recurrentes
Justamente el domingo 23 de enero del 2022, luego de las publicaciones de los reportajes y editoriales de Listín, dando cuenta de excavaciones clandestinas en este lugar, autoridades del Ministerio de Medio Ambiente, auxiliados de equipos del Servicio Nacional de Protección Ambiental (SENPA) y de la Armada Dominicana, realizaron operativos en estas Dunas de Las Calderas y sus proximidades, donde incautaron de camiones volteos y otros equipos usados para la extracción clandestina de las arenas de ese monumento natural.
Se dispuso también el apresamiento de choferes y el sometimiento a la justicia de los responsables de este flagrante delito ecológico y “que se regresaría a su sitio original los más 500 metros cúbicos de arenas que se incautaron en ferreterías y centros clandestinos de acopio.
Se recuerda que esos operativos fueron denominados “Operación Dunas”, ordenados directamente por el ministro de Medio Ambiente, en aquella ocasión, Orlando Jorge Mera, fallecido trágicamente en junio 2002.
En aquel momento, Jorge Mera, garantizó al país, “que en lo adelante no se producirán más extracciones de materiales en el monumento natural Las Dunas y que él sería guardián de todas las áreas protegidas del país”.
Sin embargo, ha sucedido todo lo contrario, no solo que no se devolvió a su lugar de origen ni un solo grano de aquellas 33 pilas de arenas y otras incautadas, sino que se ha continuado extrayendo tres veces un mayor volumen de estos preciados materiales y se han abierto otros puntos de mayor sensibilidad ecológica.
Portón fue arrancando
Incluso hasta el portón de hierro que se colocó en el lugar aquella vez para asegurar que no penetraran otras veces estos desaprensivos fue arrancado y desaparecido del lugar, dejando el área totalmente abierta y sin ningún control de Medio Ambiente.
En los mismos lugares
El daño medioambiental se está produciendo ahora en el sitio que los propios camioneros que roban sus arenas han denominado como “La Mina”, ubicado a unos 200 metros de la costa marina, en Matanzas, y a 500 metros al este de Arrollo Aguzadera, justo el acuífero que da nacimiento a Las Dunas de Las Calderas, según ambientalistas.
Modo de operación
Estas acciones se llevan a cabo en la clandestinidad de las noches y las madrugadas, pues cuentan testigos de la zona que “esos vehículos de gran capacidad de carga empiezan a operar desde las 6:00 de la tarde y no paran hasta el fin de la madrugada, unas 12 horas después”, aseguran.
Afirman que desde que los parceleros van retirándose de sus fincas, entre las 5:00 y las 6:00 de la tarde, por el camino que da acceso a la zona de las excavaciones, en muchas ocasiones “primero baja una especie de patrulla militar motorizada (dos personas vestidas de militar), y entre 20 y 25 minutos después empieza el desfile del volteos y volquetas, “los que salen del sitio llenos de arenas”, hasta las 6:00 de la mañana.
Y aquí nadie hace nada, ninguna autoridad se da por enterada, aunque todo el mundo sabe lo que está pasando, afirman estos munícipes llenos de impotencia.
Nuevas extracciones
El desafío a la autoridad es tan irreverente que han abierto otros puntos de socavamiento, a unos 10 metros hacia el oeste de Arrollo Aguzadera, a menos de 20 metros de distancia de la orilla del Mar Caribe, a donde llegan desde la carretera que va desde Matanzas hasta Las Calderas, entre fincas de productores agrícolas, las que no respetan.
Usan los caminos vecinales que comunican las parcelas agrícolas del lugar, los que convierten en rutas de saqueo por donde trasladan en sus vehículos criminales el material arenoso que sustraen de este monumento natural.
Las investigaciones
Reporteros de Listín Diario, luego de días de investigación, recorriendo los casi 20 kilómetros de extensión de estas sensibles dunas banilejas, declaradas mediante decreto 233-96 Reserva Científica Félix Servio Doucoudray, y Monumento Natural categoría III, pudieron accesar a los sitios agredidos.
En este recorrido se pudo contactar la grave y triste realidad que este patrimonio ecológico del Caribe, del país y de los banilejos, no solo sigue siendo agredido en los mismos lugares que se han denunciado por décadas, sino que se están produciendo nuevas agresiones en lugares tan críticos como a menos de 10 metros del arroyo que les da nacimiento, justo en el área de playa donde desemboca Arroyo Aguzadera.
Otros daños
No solo agreden nuestras dunas, expresan, sino que nos dañan los caminos vecinales, nos tumban empalizadas, dañan la vegetación del lugar y hasta parte de nuestros productos destruyen sin impórtales nada, expresan con marcada impotencia en sus palabras.
Jorge Mera antes de su muerte
“Durante años, las mafias han comercializado arena ilegal del área protegida Las Dunas de Las Calderas, en Baní.
En esta administración, hemos decidido terminar con esto y someter a la justicia a los criminales que afectan al medioambiente. No habrá impunidad ambiental”, dijo en vida Jorge Mera en enero 2022.