Santo Domingo, RD. – Desde noviembre del año pasado, la tarifa eléctrica inició un camino de “ajustes” llamado por las autoridades “sincerización”, proceso contemplado en el firmado pacto eléctrico nacional y que en la realidad son aumentos que elevan considerablemente el gasto de las familias y que tienen al grito a las y los jefes de hogar.
Respecto al tema, el catedrático y director del Instituto de Energía de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), José Luis Moreno San Juan, manifestó que desde el principio el Instituto ha planteado que la Superintendencia de Electricidad no está aplicando de manera correcta el cálculo de la tarifa.
Aseguró que a los clientes de menos de 200 MW, que son los de menores ingresos, la tarifa eléctrica les ha aumentado más de un 36%, lo que calificó de “totalmente abusivo e improcedente desde el punto de vista de lo que se acordó en el pacto eléctrico”.
“Nosotros hemos reiterado que no se está usando una tarifa de referencia adecuada, que debería ser la tarifa técnica que está establecida en el pacto cómo se calcula”, expuso Moreno San Juan al Listín Diario y señaló que han planteado que debe haber una tarifa mediana para la baja tensión simple diferente a los RD$11.27 que ellos calcularon inicialmente.
Sostiene que desde el principio han planteado que debe haber una tarifa mediana para la baja tensión simple diferente a los RD$11.27 que ellos calcularon inicialmente y que deben ser RD$8.30 por kilovatio hora y que la tarifa para quienes consumen menos de 300 kv/h no puede ser RD$11.27.
Enfatizó que los usuarios que consumen menos de 300 MW deben tener una tarifa eléctrica más considerada. “No solo los que consumen de 0 a 200 MW, porque hay una franja de clase media baja que consumen menos de 300 MW que se vería muy afecta sin los ajustes por combustibles”, precisó el catedrático y experto de la UASD.
Plan de expansión
Moreno San Juan calificó como acertado el plan de expansión que aplica la actual gestión de Gobierno en materia de electricidad, no obstante, refirió que requiere de cumplimiento y una programación adecuada.
“De hecho, el plan que ellos tienen llega hasta el 2036, que son 15 años y para la transición energética se requieren mucho más (…) y lo que le señalamos es que debían hacer una mayor cobertura con energía renovable y moderar la expansión en base a combustible fósiles”, explicó el experto.
Agregó que el país necesita un plan a largo plazo, de 15 años mínimos y después de eso 15 años más para que el país se pueda adaptar a los cambios que en materia de energía experimenta el mundo y hay que tener disciplina dejando cero márgenes a la improvisación.
