Bahía de Luperón es contaminada con el vertido de combustibles

bahia de luperonTambién los manglares se ven afectados, así como la calidad de las aguas del municipio

Un levantamiento hecho por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales establece la necesidad de tomar acciones urgentes debido al vertido de combustibles por parte de embarcaciones, calidad de las aguas y baja conexión cloacal en la bahía y municipio de Luperón.

A raíz de un reportaje de un medio internacional que critica los niveles de contaminación y daños a manglares en el municipio de Luperón, Medio Ambiente rindió un informe general del administrador de la reserva de Bahía de Luperón emitido el día seis de junio del 2023, que estima que una parte importante de las embarcaciones presentes en la zona carecen de depósitos para desechos fecales.

Además, establece que el 65% de la población de Luperón no está conectada al sistema cloacal.

El estudio cuestiona la calidad del agua en la bahía y dice que ha sido objeto de preocupación debido al estrés al que se someten sus servicios ecosistémicos, de manera que opera en los niveles máximos de tolerancia ambiental.

En cuanto al vertido de lubricantes, alrededor del 70% de los casos son responsabilidad de los barcos pesqueros de manera intencional y en algunos caso de modo accidentales, el 19% de reparaciones clandestinas por parte de veleritas, un 8% lavadero de vehículos, el 3% de los casos ha sido identificado por problema en los motores de las yolas de la Asociación de Pescadores de Luperón, lo cual representa otro desafío para la calidad del agua en la Bahía.

Tanto los ocupantes de las embarcaciones como las personas que habitan en tierras dentro de los límites de la zona protegida no realizan un manejo adecuado de los desechos, lo que contribuye a la contaminación y degradación del entorno.

Ocupación de espacios

Con la ocupación del espacio operativo se ha observado que, a pesar de que la Armada tiene un listado de 21 embarcaciones registradas en Luperón, durante los últimos fenómenos naturales, nuevas embarcaciones buscaron refugio en la Bahía durante la eventualidad de algún fenómeno natural, y aún habiendo concluido el fenómeno, las embarcaciones permanece en los límites del área protegida.

Se ha identificado la presencia de embarcaciones hundidas que ocupan espacio sin ninguna utilidad, y generan un impacto visual desfavorable.

Federico Franco, de Áreas Protegidas y Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente, dijo que llevan meses trabajando en el proceso de descontaminación y que pronto se verá la diferencia.

“Para el proceso de salida de los barcos pesqueros que entraron en la pandemia, el gobierno construye un muelle en Río San Juan, para los pescadores”, apuntó Franco al hablar con El Caribe.

Destaca que, existe un monitoreo a diario de la marina y del Ministerio de Medio Ambiente. Reconoce que la publicación del reportaje internacional se produjo a raíz de un día de derrame de combustible y asegura que en los informes diarios que se hicieron después del caso, establece que están muy bajos.

En un reportaje publicado por Peter Swanson, se informa que en un recorrido hecho por la zona notó más de una docena de grandes embarcaciones pesqueras que yacían ancladas o amarradas a los manglares.

“El olor a petróleo era abrumador. La única pregunta era si el hedor se debía a la gasolina derramada de los muchos botes pequeños fuera de borda de la flota, al combustible diesel o a la suciedad aceitosa bombeada de una sentina”, expresa Swason en su escrito.

En una de sus entrevistas destaca el papel que ha jugado el empresario Fernando Capellán, cuya familia organiza una limpieza anual de basura y plástico en la Bahía de Luperón. Sin embargo, ante la situación que se registra con la contaminación, Swason propone medidas que incluyan la modificación de la legislación para abordar específicamente el problema de la flota pesquera y evitar los daños a los manglares y para los crímenes de contaminación.

En el informe emitido el uno de junio del 2023, establece que el siniestro ocurrió a las 2:00 de la tarde del día 31 de mayo del año en curso, que se desencadenó durante la transferencia de combustible entre embarcaciones de pesca ubicadas en las coordenadas geográficas 19Q295144 UTM2201344.

Juan Guzmán, coordinador regional, indicó que el origen del incendio fue un cortocircuito en una bomba de agua que fue utilizada como medio de abastecimiento de combustible entre una embarcación y otra, lo que provocó un fuego en los tanques de almacenamiento de las embarcaciones. En total, cinco embarcaciones se vieron afectadas, siendo las embarcaciones “Chino”, “Sarita” y “Padre Abraham” las que sufrieron daños significativos, y esta última fue prácticamente destruida.

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