La Comisión Europea ha pedido este miércoles 27 de septiembre a los gobiernos europeos que den su visto bueno a un nuevo plan para acoger en los próximos dos años a al menos 50.000 refugiados, que serían trasladados directamente desde países terceros en primera línea de la presión migratoria, como Turquía, Líbano o Libia.
Se trata de un nuevo programa de asilo «voluntario», para el que la Comisión Europea está dispuesta a aportar un apoyo de 500 millones de euros para los Estados miembros que se sumen, lo que implicará una ayuda de 10.000 euros por refugiado acogido.
«La solidaridad no debe parar y los Estados miembros deben seguir mostrando esa solidaridad», ha pedido el comisario de Interior, Dimitris Avramopoulos, en una rueda de prensa en Bruselas para presentar esta y otras medidas con las que mejorar la gestión común de la llegada de inmigrantes a la Unión Europea.
Avramopoulos ha recalcado que las entradas ilegales de inmigrantes en Europa ha caído «drásticamente» desde que se inició hace dos años y medio la llamada crisis de refugiados, en parte por los esfuerzos para crear «vías legales» de entrada para quienes tienen derecho a protección internacional.
A pesar de que los 28 siguen muy lejos de cumplir con su compromiso de trasladar a 160.000 demandantes de asilo desde Italia y Grecia -Bruselas espera que acojan como máximo 40.000, sí han respondido a la hora de recibir en el mismo periodo a más de 20.000 refugiados directamente trasladados desde terceros países, en el marco de un programa que no es obligatorio.
«No podemos detener la solidaridad hacia esa gente que está desesperada, por eso proponemos apoyar con la acogida de 50.000 refugiados, y espero que los Estados miembros respondan con compromisos ambiciosos», ha dicho Avramopoulos.