Han intervenido la 42.
Llegaron las tropas, se acabó el relajo, entran en las casas sin fiscales, pero no hay temor en las «maras locales», ellos no tienen miedo.
¿Qué llevó a El Salvador sumergirse en un mundo de extorsión y asesinatos, que ahora lo remedia el Bukelismo de represión policial desmedida, sin respeto a los derechos humanos, tomando a todos juntos por pecadores e incluso sumando injusticias a la lista?. La exclusión social, la permisividad, la impunidad en los medios, la ausencia de políticas públicas que entiendan el proceso.
No hay forma que estemos ajenos de los «referentes» de TV y Radio que actúan como formadores de «maras» (pandillas, «naciones»), que influyen en la creación y difusión de lo peor de la sociedad, con comportamientos aplaudidos por los medios «tradicionales» porque al final, terminan facturando.
Del otro lado, los encartonados periodistas de cuello y corbatas, leyendo periódicos en los matutinos como señal de la no evolución, priorizando los chismes de políticos que poco o nada aportan a la sociedad y claro, haciendo un show cada vez que ocurre un asesinato en un barrio por las realidades que ellos no ayudan a combatir.
En la otra esquina están los inquisidores, los que creen que el principal problema de la República Dominicana está en la Haitianización de la Sociedad, sin entender que el origen es el mismo, una clase política que no entiende la realidad del país y que como les tienen que votar cada cuatro años temen abordar los problemas de forma objetiva, contundente y realista, ajustado al pleno cumplimiento de la Ley.
Los «Bukelianos» hacen fiesta por lo de la 42 y surgen aspirantes a presidentes con casi 0 votos que usan el tema para venderse como redentores o «mesias», equivocan la lucha de derechos con el régimen de consecuencias, sus mentes fascistoides no entienden que cada país tiene su contexto y que los modelos, no se pueden copiar,.
Cada cuatro años surge un gobierno que tiene, en algún momento, que mandar el ejército a zonas para calmar el «pico» de asesinatos y violencia… pero luego los guardias se van y los males sociales, la exclusión y todo lo que originan esas capas marginales que viven de la droga y la extorsión no solo sobreviven, sino que proliferan.
La sociedad está a tiempo de encarar tanto los problemas de la Haitianización como de la Violencia de las Pandillas, pero como la TV y la Radio está al servicio de la clase política que necesita esos temas para ella misma poder sobrevivir, entonces, esperemos, tarde o temprano que llegue un Bukele criollo que imponga su terror para lograr la paz aunque otra vez, como en el Salvador, no se invierta en construir una sociedad que no «para» las maras.