Son productores de Sánchez Ramírez que tomaron 54 millones prestados para cultivar tierra de 13 comunidades
Con la situación que atraviesa la Asociación de Productores de Cacao de la Provincia Sánchez Ramírez y Zonas Aledañas (Aprocasara), todo indica que será muy difícil que pueda pagar unos 36 millones de pesos que adeuda al Gobierno, de un total de 54, que fueron concedidos a través del programa de “Visita Sorpresa”.
La presencia de una prolongada sequía y la aparente ausencia de supervisión desde el Estado del dinero que se entregó a la organización, caminaron de manera conjugada, hasta un punto en el que “levantar cabeza” no será fácil. Por lo menos así de dramático lo explican los cacaocultores a elCaribe.
En el año 2015, por un lado, el gobierno prestó 28 millones de pesos para comercialización del cacao y por otro 26 millones para la rehabilitación de los cacaotales, con un tiempo para pago de cinco años. “Esa deuda de los 26 millones recae sobre 210 productores, más o menos”, según asegura Simeón Robles, presidente de Aprocasara.
Se tenía previsto recolectar alrededor 50,000 quintales de cacao este año, pero apenas se alcanzó los 15,000. La asociación pide una de dos formas de ayuda: la condonación de deudas o que se les otorgue un periodo de recuperación que estiman podría ser de 10 años, para ir “amortiguando el problema”.
Del total de 54 millones, Simeón Robles cree (no está seguro) que se pagaron 18 millones, de la parte referente a rehabilitación de las plantaciones, mientras que de la parte de comercialización no se ha pagado un solo centavo al Gobierno. “Pero creo que además de los 26 millones, existe otra pequeña deuda de los productores individuales con el Banco Agrícola, que se han visto muy restringidos para poder pagar. De esa deuda no tengo el monto claro. Hay gente, incluso, que no está asociada a nosotros”, agrega Simeón, dejando ver que sobre el tema la asociación tiene poca precisión al memento de ofrecer datos y cifras.
¿Pero qué pasó con la supervisión del Fondo Especial para el Desarrollo Agropecuario -Feda-; con el seguimiento técnico, y qué pasó con el cuidado que debe tener el Banco Agrícola con el dinero que presta?, le pregunta este diario a Simeón, que al momento del diálogo está acompañado de Agapito Álvarez, encargado de finanzas de la organización; María de la Cruz, del Comité Administrativo, y de Faustino Disla, del Comité de Crédito.
“Bueno, esas Visitas Sorpresa deberían venir acompañadas de talleres y jornadas. Y en este caso no ocurrió así. Hace como año y medio o dos años que asumí la dirección de la asociación, pero había otra directiva que fue la que recibió el 90% del dinero”, explica Simeón Robles, intentando dejar claro que él no tiene culpa de lo que ha venido ocurriendo con el dinero del Estado. Y agrega que la asociación está prácticamente quebrada. “Si no retorna el cacao que hemos posicionado con los productores, entonces la asociación no va a tener liquidez para poder operar”, advierte. La preocupación le embarga. Informó que de los préstamos, por vía de Feda llegaron 10.3 millones de pesos para las estructuras de comercialización. Lo restante llegó vía el Banco Agrícola. “A ambas instituciones les hemos planteado con detalles la situación que tenemos y nos dicen que les hagamos una solicitud nueva, pidiéndoles capital de apoyo. Hicimos una solicitud nueva por otros 30 millones, que está en proceso”, agregó.
“Ellos, es decir, las dos instituciones del Estado, cometieron, el error de no asesorarse antes de los niveles organizacionales que existían y la capacidad administrativa que podía tener la asociación para garantizar esos préstamos. El problema se debe no solo a que el cacao no rentó por la sequía, sino también a que hubo mal manejo al principio, por parte de quienes dirigieron la asociación”, asegura Simeón.
¿Y tomar otro préstamo no sería profundizar un problema que ya tienen? Sigue preguntando este periódico. “No, no sería un problema, porque en base a la experiencia vivida implementaríamos otros modelos administrativos y otra forma de comercialización”, dice el principal directivo. “Nosotros no somos exportadores directos, lo hacíamos a través de un señor que exporta, pero nunca ganábamos. En 2016 se compró el quintal el cacao a 5,800 y 6,000 pesos y cuando fuimos a liquidar con él, nos calculó cada quintal a 4,000 pesos porque había bajado el precio en la Bolsa de Valores. Le entregábamos el cacao a depósito. Eso quiere decir que le entregábamos el producto y él contrataba el cacao en la Bolsa. Pero cuando le íbamos a entregar, nos marcaba con el valor del momento de esa Bolsa de Valores, no de la fecha de cuando él contrató con nosotros, que el precio era mayor. Perdimos más de 10 millones de pesos”, explican los directivos principales de Aprocasara.
Simeón cumplirá dos años en diciembre al frente de la asociación y no buscará la reelección. “Lo que debemos dejar claro al Feda y al Banco Agrícola es que la gestión anterior hizo un mal manejo de dinero. Ahí hay gente que de manera particular debe hasta tres millones de pesos; otros deben dos millones de pesos, algunos 600 mil pesos… y así”, explica”, Simeón Robles.
Y agrega que “ahí hubo gente… cuatro o cinco de ellos, que se pusieron sueldos de 20 mil y 25 mil pesos mensual y yo, que llegué después de ese lío, he tenido que sacrificarme sin ganarme un peso”.
La cantidad de terreno que cubrió el dinero en cuestión es de 25 mil a 30 mil tareas. Esos predios están localizados en alrededor de 13 comunidades, donde la asociación tiene su radio de acción. Entre ellas están Caballero, Tocoa, Fátima, Maricao, Arroyo Vuelta, La Cueva, El Corozo, La Caoba, Comedero, El Limpio y La Atalaya y La Quebradita y otra que los dirigentes no recuerdan.
Agapito Álvarez asegura que “los técnicos del Feda y del Banco Agrícola se hicieron los desentendidos” con lo que pasaba con la sequía y con el pésimo manejo del dinero. “Valientes hemos sido nosotros que no nos hemos ido a correr”, indica. “Había que preparar un grupo de gente que tuviera conocimiento en manejo de dinero y eso no se hizo”, lamenta.