Carolina Mejia, llegada tarde a la competencia electoral y empujada por el antipeledeismo reinante, casi caida del cielo, logró imponerse convincemente en las elecciones municipales para el Distrito Nacional.
Es claro que para ser vbuen alcalde hay que tener buenos asesores duchos en las leyes que tienen que ver con la municipalidad que son complejas pero claras.
Carolina dicta «remodelación» del «Parque Iberoamerica» en una ciudad cansada por la tala indiscriminada si acaso, melaganaria, donde los Alcaldes han incluso desaparecido arboles de maderas preciosas o remodelado llevandose la sombra para sus casas.
Para colmos, un familiar se autodeclara asesor en una acción despótica elemental, políticamente incorrecta que recuerda aquellos exabrutos familiares… como si se tratase de una administración familiar.
Carolina estrena asi, a menos de los 100 días, su primer Out.
