La figura del presidente evidentemente esta golpeada.
Ha ocurrido todo tipo de eventos en cuanto a currupción se tratase, pero de que existan abiertamente una especie de escuadrones de la muerte, a sabiendas de la sociedad, es demasiado.
El caso salpica directamente a funcionarios de su gobierno, pasando de sobornos a todo tipo de problemas generados por el chantaje, ocultar pruebas de caso de corrupción, etc.
Más allá de la efectividad de los cuerpos investigativos y la policia, la sociedad cada vez está más en sozobra, de caso en caso y la imagen del gobierno ya no tiene como aguantar la debacle de credibilidad aun cuando la figura del primer mandatario siga siendo aceptada o no.
La percepción es que en las instituciuones del estado es «normal» la corrupción… y esta percepción va creciendo…
Para colmos el presidiente en mutis.
La falta de señales contundentes frente a la corrupción que emana de las instituciones públicas, la voz pupu de que un grupito acapara todos los negocios del estado en un extremismo incluso a sus rpopios compañeros, y el convencieminto de todas las fuerzas vivas de que para hacer las cosas hay que entrar en juegos corruptos, pagos de prevendas y peajes, «mojar» la mano a funcionarios de segundo y tercer nivel, a sabiendas que en casos es para dar su cuota al de primer nivel, socavan la crebilidad y aplastan mediáticamente la buena obra social del gobierno.
Las visitas sorpresas y las inaguraciones son solo seguidas por los twiteros pagados, mientras que un velo de trending topics con muertos y escándalos compiten contra miles de personas de la sociedad escandalizada.