En medio de la efervescencia de la campaña electoral en la República Dominicana, surge una controversia sobre la colocación de propaganda electoral en espacios públicos. La candidata a diputada, Celiné Méndez, ha generado polémica al declarar que «quitará» cualquier propaganda electoral que se coloque en lugares prohibidos por ley. Sin embargo, su afirmación ha suscitado debates sobre la legalidad y la ética en la colocación de propaganda política.
La postura de Méndez plantea un dilema sobre el uso adecuado de los espacios públicos durante la campaña electoral. Si bien es comprensible que los candidatos busquen maximizar la visibilidad de sus campañas, la colocación de propaganda en lugares no autorizados puede ser considerada una violación de la ley y una falta de respeto hacia el entorno urbano.
Es importante recordar que, según la legislación dominicana, la colocación de propaganda electoral en postes u otros espacios públicos está prohibida. Estas medidas tienen como objetivo proteger el paisaje urbano y garantizar un proceso electoral justo y transparente.
La afirmación de Méndez destaca la necesidad de educar a los candidatos y al público en general sobre las regulaciones electorales y los derechos y responsabilidades durante la campaña. Es fundamental que los candidatos busquen alternativas legales y éticas para promover sus plataformas políticas sin infringir la ley ni causar molestias a la comunidad.
En última instancia, la colocación de propaganda electoral debe llevarse a cabo de manera responsable y respetuosa con las leyes y normativas establecidas. Solo así se garantizará un proceso electoral justo y equitativo que refleje verdaderamente la voluntad del pueblo dominicano.