El primer vuelo suborbital de una aeronave de este tipo de fabricación china tuvo lugar en julio del año pasado.
La Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China (CASC) anunció este viernes que realizó con éxito la prueba de vuelo de un vehículo orbital reutilizable de cuerpo elevado, que fue desarrollado de manera independiente por la Academia China de Vehículos de Lanzamiento, una de las subsidiarias de la CASC.
De acuerdo con la compañía, la nave espacial despegó de manera vertical desde el centro de lanzamiento de satélites de Jiuquan, en el noroeste del país. Asimismo, señaló que esta completó su recorrido suborbital según el procedimiento programado tras aterrizar horizontalmente y sin complicaciones en un aeropuerto del condado de Alxa Youqi, ubicado en la región autónoma de Mongolia Interior.
«El éxito total de esta prueba de vuelo ha promovido fuertemente el desarrollo de la tecnología de transporte espacial» de China «desde el uso único hasta la reutilización», concluyó la CASC sin ofrecer más detalles sobre las características de la nave o del vuelo.
El analista espacial Song Zhongping, citado por el medio estatal Global Times, explicó que los vehículos suborbitales se pueden emplear para diversas funciones, entre ellas el transporte de satélites. También detalló que las características del cuerpo de elevación y suborbital indican que la nave espacial tiene un diseño aerodinámico que le permite realizar operaciones a una altura de 100 kilómetros o más.
El experto recalcó que este último vuelo es una evidencia de que tanto los materiales como el sistema del motor de la aeronave pueden ser reutilizados, lo que se consideraría como un gran avance técnico por parte de China en el desarrollo de estas tecnologías.
Las pruebas de vuelos con vehículos reutilizables comenzaron el año pasado
El primer vuelo suborbital con un vehículo reutilizable por parte de la CASC tuvo lugar en julio del año pasado. En 2020, la CASC comunicó sus planes para construir un sistema de transporte espacial reutilizable. El proyecto implica la construcción de una serie de naves espaciales que despegan y aterrizan como aviones tradicionales, pero que pueden llegar a cualquier rincón del planeta en una hora volando a al menos cinco veces la velocidad del sonido a una altitud suborbital.
En comparación con los cohetes tradicionales, operar una flota de estos vehículos sería una opción más económica, ya que son más fáciles de mantener, además de que requieren un tiempo más corto para prepararlos.
El programa tiene como objetivo completar el desarrollo de este tipo de aeronaves alrededor de 2045, pero la primera fase del proyecto de la CASC implica el desarrollo de un vehículo de despegue vertical propulsado por cohetes, recoge South China Morning Post.