La investigación está avanzando hacia ensayos clínicos, afirma Liu Chenli, profesor del Instituto de Tecnología Avanzada de Shenzhen.
Investigadores chinos han desarrollado un mecanismo con bacterias genéticamente modificadas que podría transformar el tratamiento y desarrollo de terapias contra el cáncer bacteriano sin afectar tejidos sanos.
El estudio, publicado recientemente en la revista Cell, reveló cómo las bacterias genéticamente modificadas pueden atacar y eliminar tumores selectivamente. Para la investigación los científicos desarrollaron una cepa de bacterias modificada llamada ‘Salmonella typhimurium’ —Bacteria de Diseño 1 (DB1)—, que se prolifera en el tejido tumoral mientras se elimina en el tejido sano, logrando un efecto de «focalización del tumor» así como de «limpieza del tumor».
Para comprender cómo DB1 logra simultáneamente estos efectos, los investigadores analizaron la interactuación de las bacterias con los tumores y encontraron que la eficacia antitumoral de DB1 está estrechamente relacionada con las llamadas células T CD8 + de memoria residentes en el tejido tumoral. Al aplicar la terapia con DB1, estas células se revitalizan y multiplican, lo que ayuda a combatir el cáncer.
Además, identificaron que la molécula llamada interleucina-10 (IL-10) desempeña un papel crucial en la mediación de este efecto, ya que, cuanto más receptores de IL-10 haya en estas células, mejor será su respuesta antitumoral tras la terapia con DB1.
Los investigadores validaron esta terapia en ensayos realizados en animales. Las bacterias destruyeron selectivamente tumores en ratones, reduciendo los volúmenes de cáncer colorrectal, melanoma y vejiga en un 80 % con una tasa de supervivencia del 100 %, e incluso actuaron como vacuna en los sobrevivientes contra futuros tumores.
Según Liu Chenli, autor principal y profesor del Instituto de Tecnología Avanzada de Shenzhen, la investigación está avanzando hacia ensayos clínicos y proporcionará una base científica para la formulación de planes de tratamiento personalizados en el futuro.
«Nuestros hallazgos revelan un mecanismo crucial, aunque no resuelto previamente, en la terapia contra el cáncer bacteriano. Este mecanismo no solo proporciona información valiosa, sino que también sirve como principio rector para el diseño de bacterias modificadas, mejorando la seguridad y la eficacia», dijo.

