Enclavado en la misma desembocadura del Río Yeguada en Miches, bordeado por las aguas del océano Atlántico, en el sector La Boca del Río de ese municipio costero, agoniza el último bosque de mangle dentro del casco urbano de este futuro pueblo turístico. A ambas márgenes del río existe un gran bosque de manglares que por décadas ha sido un adorno especial al entorno, brindando belleza escénica, albergando decenas de especies de aves, peces y mitigando los efectos de las inundaciones en épocas ciclónicas, como lo hizo cuando las tormentas Irma y María en el año 2017. Ese año el bosque de mangle jugó un papel fundamental que ayudó a salvaguardar la vida y las pertenencias materiales de las personas de ese sector.
A pesar de que ese bosque de mangle ha sido un guardián de la comunidad de Miches, en el último año ha sufrido varias acciones que han impactado de forma negativa y considerable la existencia del mismo. Se ve un avance progresivo de las infraestructuras, rellenos con escombros y basura para ganar terreno a la zona húmeda y luego construir. Han aumentado el corte y la poda de esos árboles protegidos por ley, se ven tubos que vierten aguas residuales al mismo bosque de mangle.
El Clouster Ecoturístico los Uveros de Miches considera que el bosque de mangle de seguir con las mismas prácticas dañinas y la poca atención de las autoridades, en pocos años será destruido por completo.
Esta entidad turística que ha trabajado por la defensa del medio ambiente y la promoción ecoturística en Miches, reconoce el valor ecológico que representan esos manglares para el municipio, ya que es un sitio donde aún se puede respirar aire puro, escuchar el canto de algunas aves, ayudar a la producción de peces y aprovechar de una forma u otra el entorno natural para actividades recreativas.
Ese bosque de mangle es hábitat natural de más de 10 especies de aves endémicas y migratorias entre las que podemos destacar carpinteros, rey congo, guincho o águila pescadora, pelícanos, tijeretas, diferentes especies de garzas, gaviotas, varias variedades de playeritos, mauras e incluso nuestra cigua palmera, nuestra Ave Nacional, que frecuenta la zona en algunas horas del día. Además, se tienen varios registros de lugareños que dentro del área de la desembocadura cerca al manglar, en diversas ocasiones han visto varios manatíes, incluso mamás junto a sus crías.
A pesar que los manglares en la legislación ambiental vigente en República Dominicana están protegidos por la ley 64-00 sobre medio ambiente y recursos naturales, la ley 333-15 de biodiversidad y el decreto 531-90 que prohíbe el corte, mutilación, destrucción por cualquier método de los manglares costero y estuarianos en el país, nada ha detenido la destrucción progresiva del manglar de la Boca del Rio Yeguada.
Por tales razones en Miches varias entidades y comunitarios demandan que el Ministro de Medio Ambiente Y Recursos Naturales, Lic. Orlando Jorge Mera se haga cargo de la solución inmediata a los problemas que enfrenta el ultimo bosque de mangle en Miches, debido a que, aunque el equipo local de esa institución ha hecho todo lo posible para contrarrestar las malas acciones que se hacen en contra del bosque, se requiere que una autoridad mayor tome cartas en el asunto.