El Banco de la Reserva de Zimbabue lanzó este lunes monedas de oro para venderlas al público en un intento por controlar las altas tasas de inflación y para impulsar la confianza en la divisa local.
Las monedas de una onza troy de metal se llaman Mosi-oa-Tunya, el nombre de las cataratas Victoria en el idioma local tonga, y se despeñarán como un depósito de valor alternativo al dólar estadounidense, a cuya alta demanda se atribuye la depreciación del dólar zimbabuense.
Según el Banco Central del país africano, citado por AP, la divisa podrá «convertirse fácilmente en efectivo y será negociable a nivel local e internacional», así como ser usada como garantía para préstamos y facilidades crediticias. Sin embargo, la institución señaló que solo se podrán cambiar por efectivo después de 180 días a partir de su adquisición.
En cuanto a su precio, estará determinado por la cotización del mercado internacional de la onza de oro, más un 5% por el costo de producción de la moneda. Al momento de su lanzamiento, se vendió a 1.824 dólares.
El lunes, el banco central desembolsó 2.000 monedas a los bancos comerciales locales. El primer lote se acuñó fuera del país, pero, según el gobernador del Banco de la Reserva de Zimbabue, John Mangudya, eventualmente se producirán en territorio zimbabuense.
En lugar de que la gente «vaya al mercado paralelo a buscar dólares, les estamos dando un producto alternativo en el que pueden invertir», dijo este mes Mangudya, citado por medios locales. Cabe destacar que la confianza de la población en el dólar zimbabuense es tan baja que los bienes y servicios se cotizan principalmente en la moneda estadounidense.
Asimismo, señaló que, si el mercado de divisas paralelo se estabilizaba, «el dinero tendrá valor y dará como resultado precios estables».
Escepticismo entre los economistas
Sin embargo, los economistas se mostraron escépticos ante la medida del Gobierno. «La moneda no tendrá un efecto significativo en términos de estabilización de la macroeconomía», manifestó Prosper Chitambara, y advirtió que la mayoría de los zimbabuenses son demasiado pobres para poder adquirir la nueva moneda.
Internacionalmente, las monedas de oro se usan en países como China, Sudáfrica y Australia para protegerse contra la inflación y como una oportunidad de inversión, aunque no se utilizan tan ampliamente como moneda como prevé el banco central zimbabuense, advirtió Chitambara.
Por su parte, el economista Gift Mugano calificó la decisión económica como un retroceso y alentó a prestar atención a las monedas digitales. «Parece que estamos retrocediendo al siglo XIX, cuando la gente comerciaba con oro», expresó. «Necesitamos centrarnos más en las finanzas digitales», agregó.
En tanto, la inflación en el país africano llegó al 191 % el mes pasado, evocando las memorias de la hiperinflación de la década del 2000, que vio tres redenominaciones y la impresión de un billete de 100 billones de dólares zimbabuenses y acabó llevando al rechazo del dólar zimbabuense en 2009. La divisa fue reintroducida en 2019 pero su valor volvió a caer rápidamente.