Un tribunal saudí ha celebrado este jueves la primera sesión contra los once acusados por el asesinato de Jamal Khashoggi en el consulado de Arabia Saudí en Estambul.
De estas once personas, la fiscalía ha pedido la pena de muerte para cinco de ellas «por su implicación en el crimen».
Los acusados, cuya identidad no ha sido dada a conocer por las autoridades del país, han escuchado la petición de la fiscalía en presencia de sus abogados y se les ha concedido un plazo para responder.
Según las informaciones publicadas por la Fiscalía General de Arabia Saudí, 21 personas han sido detenidas por el asesinato del periodista, de las cuales once han sido acusadas por su implicación y exigió la pena capital para cinco de ellas. Además, han afirmado que continúa la investigación para «varios» de los acusados.
Riad finalmente admitió el asesinato del periodista, que se produjo en sus instalaciones diplomáticas y alrededor del cual existen numerosos indicios que indican una posible implicación del mismísimo príncipe Muhammad bin-Salman, sucesor de la corona saudí, pero no ha aclarado que ocurrió con el cadáver y por supuesto niega rotundamente toda relación del caso con el príncipe.
Las autoridades turcas, en cambio, afirman tener pruebas de que Khashoggi murió asfixiado y que su cadáver fue posteriormente descuartizado para hacerlo desaparecer.
Pese a ello, la Fiscalía del reino ha pedido a las autoridades turcas las pruebas que hayan podido recolectar en dos memorandos judiciales enviados el pasado día 17 de diciembre, a los que, según la versión saudí, la Fiscalía General de Turquía todavía no ha respondido, como, aseguran, no respondio a los enviados los días 17, 25 y 31 de octubre.
Esto suma a la disputa existente entre ambos países, ya que mientras la fiscalía turca reclama la extradición de los acusados, el Reino del Desierto continúa negándose a ello.
De hecho, el pasado día 5 de octubre la fiscalía de Estambul emitía una orden de arresto contra dos altos cargos saudíes, Ahmed Asiri y Saud Al-Qahtani, por su supuesta vinculación con el caso; según la agencia turca Anadolu, el escrito de acusación consideraba a ambos culpables de «homicidio intencionado y premeditado con ánimo salvaje o infligiendo tormentos», una acusación que también pesa sobre los 15 integrantes del equipo saudí que llegó el 2 de octubre a Estambul para matar a Jamal Khashoggi y para tres diplomáticos saudíes que abandonaron Turquía después del crimen.