¿Cómo asesinan mediáticamente a un funcionario?:
Si difícil es llevar vidas dignas, basadas en la honestidad, la coherencia, la ética y el comportamiento correcto en la sociedad, es demasiado fácil ver destrozado todo esto por una campaña mediática que pocos arman y casi nadie conoce su funcionamiento pero que son la base del poder en esto que le llaman dizque «Democracia» y peor, la llamada «democratización» de la información gracias a las «redes sociales».
¿Cómo funciona el «sistema» donde creen los usuarios de las redes que ellos tienen el poder y que no entienden, hoy pasaron de ser peones a parte de un condón para destruir vidas, instituciones e incluso, desestabilizar un país y producir un golpe de estado?
Como bien existen (raros ya) periodistas honestos, deambulan en los medios mercenarios que incluso, hasta se asocian con empresarios y abogados para construir «casos» que traigan pingües ganancias, sea por temor del funcionario o ente de fuerzas vivas que no quiera escándalo e incluso, por «subir» un funcionario a un cargo después de la campaña sucia haber bajado a su víctima.
El mercenarismo amenaza siempre en convertirse en mayoría.
Hasta hace pocos años, el control de las vidas de todos lo tenían algunos medios donde periodistas y matrices de opinión estaban atrapadas pero, con la aparición de las redes sociales y los llamados «medios digitales», no solo la información se expande más (no mejor), dando, en raras ocasiones mejor periodismo que el «tradicional», sino que la prostitución en el ejercicio de la prensa se ha extendido hasta convertirse en un nuevo modus vivendi de los que, a falta de talento, encuentran en «esto» la forma de ganarse la vida con relativa facilidad.
Hoy, cualquier localidad posee veinte o cuarenta, hasta cien «medios digitales» que van desde páginas noticiosas, canales de YouTube u otras redes sociales, hasta páginas de Facebook, grupos de WhatsApp con mil personas hasta canales de Telegram que constituyen, junto a los llamados «medios tradicionales», la red que «informa» o peor, «comunica», a las masas que antes o después, siempre han sido manipuladas.
¿Quién controla la red de información? ¿Quién la paga?
Aparentemente todo funciona como red caótica pero en realidad, no es así. Así funciona en el caso de que un video «casual» comience a distribuirse sin «dueño» hasta hacerse viral, pero este fenómeno no es el caso en nuestro artículo.
¿Cómo asesinan mediáticamente a un funcionario?: Se llama a un mercenario del periodismo, este ligado a partidos o no, independiente o asociado en clanes delincuenciales de extorsión, y se provee de «información» que puede ser falsa o inventada y este «se la juega» lanzando la «supuesta denuncia» en un medio «hegemónico» pero si es de los «tipo influencer» puede usar sus propias redes, pero aun esta modalidad no es extendida.
El mercenario sabe que el «medio» posee alcance pero, además, conoce que de él, hacia abajo, habrán cientos de pseudo periodistas que en vez de investigar, clonarán la información, la publicarán y la distribuirán, pues en realidad, la estructura es piramidal, dejando caer el estiércol aunque el pago sea solo para los de arriba.
Cuando el funcionario afectado, o el responsable de una institución, o un artista, un deportista, reacciona a la «noticia», ya es tarde, restablecer su credibilidad es un duro y tortuoso camino que no se limita a ser destituido o «mandado a investigar», sino que queda a merced de las redes pues se activa el otro fenómeno que es el post asesinato mediático, porque no importa si incluso, se procede a un control de daños eficiente, los mercenarios «guardan todo para volver a atacar».
Para ser un eficiente «funcionario» e incluso, un ente social, que se expone a las masas, importa el hacerlo bien pero «no mucho», hay que tener un equipo de «control de daños» pendiente, entender las redes, el fenómeno del mercenarismo mediático y detectar temprano las cloacas mediáticas… así, y solo así, quién sabe, evitaría el paredón o resucitar.