Así lo advierte un nuevo informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma)
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) publicó este jueves un nuevo informe que dice que la contaminación por plásticos que llega a los ecosistemas acuáticos se duplicará para 2030 si no se toman las medidas de lugar, por lo que pide a los gobiernos aumentar la acción para enfrentar esta amenaza global.
Según el informe “De la contaminación a la solución: una evaluación global de la basura marina y la contaminación por plásticos”, acelerar la transición hacia las energías renovables, eliminar subsidios y adoptar enfoques circulares ayudarán a reducir los residuos plásticos en la escala necesaria.
El estudio muestra que la contaminación por plásticos es una amenaza creciente en todos los ecosistemas, desde donde se origina la contaminación hasta el mar. También evidencia que, si bien se tienen los conocimientos, se necesita la voluntad política y la acción urgente de los gobiernos para abordar esta creciente crisis.
Además, alimentará los debates en la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente en marzo de 2022, cuando los países se reunirán para decidir el camino que debe seguir la cooperación global en esta materia.
La directora del Pnuma, Inger Andersen, dijo que “esta investigación proporciona el argumento científico más sólido hasta la fecha para responder a la urgencia, actuar de manera colectiva, y proteger y restaurar nuestros océanos y todos los ecosistemas afectados por la contaminación a su paso”.
El informe, publicado diez días antes de la 26º Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), destaca que la contaminación por plásticos en los ecosistemas acuáticos ha crecido considerablemente en los últimos años y que se prevé que se duplique para 2030, con consecuencias nefastas para la salud, la economía, la biodiversidad y el clima.
El Pnuma enfatiza que los plásticos también son un problema climático. Rechaza que el reciclaje sea una salida a esta crisis y advierte sobre alternativas dañinas a los productos de un solo uso, como los plásticos de base biológica o biodegradables, que actualmente representan una amenaza química similar a los plásticos convencionales.
El informe también analiza las fallas críticas del mercado, como los bajos precios de las materias primas vírgenes basadas en combustibles fósiles, frente a los de los materiales reciclados; los esfuerzos poco articulados en la gestión formal e informal de residuos plásticos y la falta de consenso sobre soluciones globales.
“Una preocupación importante es el destino de los microplásticos, los aditivos químicos y otros productos fragmentados, muchos de los cuales se sabe que son tóxicos y peligrosos para la salud humana, la vida silvestre y los ecosistemas. La velocidad en la cual la contaminación de los océanos está captando la atención del público es alentadora y es vital que aprovechemos ese impulso para lograr un océano limpio, saludable y resistente”, dijo Inger Andersen.
El estudio destaca que el plástico representa el 85 % de los residuos que llegan a los océanos y advierte que, para 2040, los volúmenes de este material que fluirán hacia el mar casi se triplicarán, con una cantidad anual de entre 23 y 37 millones de toneladas. Esto significa alrededor de 50 kilogramo de plástico por metro de costa en todo el mundo.
??En consecuencia, todas las especies marinas, desde el plancton y los moluscos, hasta las aves, las tortugas y los mamíferos, se enfrentan a riesgos de intoxicación, trastornos del comportamiento, inanición y asfixia. Los corales, los manglares y los pastos marinos además están sofocados por desechos plásticos que les impiden recibir oxígeno y luz.
Los seres humanos no estamos exentos de infectarnos o contraer enfermedades ya que el cuerpo también es vulnerable a la contaminación que generan los residuos plásticos en las fuentes de agua, lo cual podría causar cambios hormonales, trastornos del desarrollo, anomalías reproductivas y cáncer. Los plásticos son ingeridos a través de los productos del mar, bebidas e incluso la sal común, pero también penetran en la piel y pueden ser inhalados cuando están suspendidos en el aire.
La basura marina y la contaminación por plásticos además afectan la economía mundial. Los costos que acarrea la contaminación por plásticos en el turismo, la pesca, la acuicultura y otras actividades, como las limpiezas, se estimaron en US$6,000-19,000 millones en 2018. Y se proyecta que para 2040 podría haber un riesgo financiero anual de US$100,000 millones para las empresas si los gobiernos exigen que cubran los costos de la gestión de residuos en los volúmenes esperados.
Un aumento en los desechos plásticos también puede conducir a una mayor disposición ilegal de los mismos a nivel nacional e internacional.
Una reducción inmediata
El informe pide una reducción inmediata de los plásticos, fomenta una transformación en toda la cadena de valor que involucran e indica que es necesario reforzar las inversiones en sistemas de monitoreo mucho más integrales y efectivos para identificar los orígenes, la escala y el destino del plástico, así como el desarrollo de un marco de riesgo, que actualmente falta a nivel mundial.
El estudio concluye que es necesario un cambio hacia enfoques circulares, incluyendo prácticas sostenibles de consumo y producción, el desarrollo y la adopción rápida de alternativas por parte de las empresas, y una mayor conciencia del consumidor para propiciar elecciones más responsables.