Los espacios dejados libre en la margen occidental del río Ozama, para dar paso al proyecto Nuevo Domingo Savio, ha sido convertido en un gran basurero, de donde son impulsadas los residuos hasta el litoral Sur del Distrito Nacional y que se refleja en las playas de Güibia y Fuerte de San Gil.
En recorrido por la zona se observan grandes vertederos en lugares donde habían viviendas y que fueron derribadas por la Unidad para el Reordenamiento de la Barquita y Entorno (Urbe) para construir el Nuevo Domingo Savio.
En diferentes puntos del área liberada en La Ciénaga y Los Guandules, los montones de residuos sólidos se suceden uno a otro a pocos metros de distancia, unos improvisados por quienes habitan en la cercanía y otros por las cañadas que desembocan en el Ozama.
La cañada Bonavide, que fue cubierta por la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (Caasd) sigue lanzando residuos sólidos al Ozama, pero una gran cantidad se queda en la salida, formando un gran vertedero.
Aunque el objetivo de cubrir esta y otras cañadas era evitar que continuaran contaminando el río, no han cumplido con ese propósito, quienes habitan en la parte superior sigue lanzando la basura en los cauces y al final no se colocaron filtros, por lo que sigue como vehículo de las aguas residuales hasta el Ozama.
Con las recientes lluvias que provocaron la crecida de los ríos, plásticos, palo y otros residuos son arrastrados por el Isabela y el Ozama hasta el frente marino de la ciudad de Santo Domingo, dando un aspecto de abandono de uno de los atractivos turísticos más importante del Distrito Nacional, el Malecón.
La misma situación se produce en la ribera oriental, donde no existe una sistema efectivo de recolección de la basura, ni tampoco la conciencia de quienes habitan en la zona de los beneficios sanitario y medioambientales de la limpieza.
Mientras el barco “Interceptor 004” donado por una fundación holandesa para limpiar el Ozama de los plásticos, fue visto en la entrada del Dique luego que desapareciera de esos acuíferos hace varios meses, después que fuera impulsado y arrastrado por las aguas.
El aparato donado por “The Ocean Cleanup (OCU)” retiraría los plásticos del Ozama antes que lleguen al mar Caribe, pero su labor fue detenida y se encuentra anclado en El Dique, luego de permanecer por varios meses en el Puerto Sans Soucí, en Santo Domingo Este, bajo control de la Armada Dominicana.
Waldys Taveras, director ejecutivo de la Mancomunidad del Gran Santo Domingo (MGSD) considera imposible acabar con el problema de la basura en litoral hasta que no se produzca una verdadera alianza estratégica entre todos los ayuntamientos y el Distrito Nacional.
La solución al problema estaría en el Plan Maestro para el Saneamiento de los ríos Ozama e Isabela 2015-2030, que deberá ser continuado por la gestión que encabeza el presidente Luis Abinader, y no aventurarse a la elaboración de otro, ya que retrasaría las labores y el camino se tornaría tortuoso.
La advertencia es de La Asociación de Fundaciones de Saneamiento Ambiental por el Reciclaje (Afunsare) que agrupa a las cinco fundaciones comunitarias que retiran los residuos sólidos de los barrios de la ribera occidental de los ríos Ozama e Isabela
El recorrido de Luis Abinader. Hace varias semanas el presidente Luis Abinader recorrió los ríos citados con el objetivo de que su gobierno desarrollará los planes e iniciativas necesarias para disminuir los altos niveles de contaminación que presentan ambos afluentes.
El decreto 260-14 que declara de alta prioridad nacional la preservación, saneamiento, rehabilitación y uso sostenible de la parte baja, media y alta de esos acuíferos y promueve el desarrollo integral e inclusión social de las comunidades aledañas.