El gobierno de Corea del Norte anunció que enviará atletas y una delegación de alto nivel a los Juegos Olímpicos de Invierno que se celebrarán el próximo mes en Corea del Sur.
Durante una reunión realizada este martes en la localidad de Panmunjom, en la zona desmilitarizada ubicada en la frontera común, Pyongyang dijo que además enviaría espectadores, artistas y un equipo de exhibición de taekwondo, según informó a la prensa el viceministro de Unificación de Corea del Sur, Chun Hae-Sung.
Por su parte, la delegación surcoreana planteó organizar reuniones entre familias divididas a ambos lados de la fronteradurante el Año Nuevo Coreano, el próximo 16 de febrero, mientras aún se llevan a cabo los Juegos.
Seúl, que propuso que ambos países marcharan juntos durante la ceremonia inaugural, dijo que estudiaría, en coordinación con Naciones Unidas, suspender de forma temporal las sanciones a su vecino.
Corea del Sur también quiere establecer conversaciones entre las fuerzas militares para evitar «choques accidentales».
Bajan las tensiones
El encuentro entre las dos Coreas es el primero cara a cara entre representantes de ambos países que se produce en más de dos años y ha estado antecedido por un periodo de grandes tensiones derivadas de los avances en el programa nuclear y de misiles balísticos de Pyongyang.
Las cosas empezaron a cambiar la semana pasada cuando, en su mensaje de Año Nuevo, el líder norcoreano, Kim Jong-un, dijo que se estaba planteando que una delegación de su país participe en los Juegos Olímpicos de Invierno de Pyeongchang 2018.
El anuncio fue muy bien recibido por el presidente surcoreano, Moon Jae-in, quien dijo que la oferta de Kim es una «oportunidad sin precedentes» para mejorar las relaciones entre los dos países.
Luego, ambas naciones reactivaron la «línea directa» telefónica por la que se han comunicado en las últimas décadas y que es gestionada por la Cruz Roja.
Corea del Sur propuso entonces un encuentro bilateral y Corea del Norte aceptó.
También, en una señal de aminoramiento de las tensiones, Seúl y Washington anunciaron la suspensión de las maniobras militares que tenían previstas para las próximas semanas hasta después de los Juegos, como quería Kim Jong-un.