Corredor de la Nuñez… un error presidencial

En una sociedad de complicidad, los PAGOS POLÍTICOS se entienden.

Los empresarios invierten para luego, al llegar al poder, cobrar, esto hace que el término «democracia» quede en entre dichos y el por qué la línea entre querer hacer un buen gobierno y la transparencia es siempre cuestionada.

El Transporte es uno de los puntos claves para cualquier país y el vaiven de los precios de los combustibles hace del tema uno de los más propensos a ser un desestabilizador social que podria y ejemplso sobran, eventualmente, desestabilizar un país, como en el caso reciente de Chile.a dedo

 

El colocar en un puesto clave de la institución que debe velar por todo el transporte a una persona ligada a uno de los grupos de empresarios fué, seguro, desafortunada.

Sacar el transporte público de la Nuñez de Cáseres y dárle esa responsabilidad a una empresa privada es claro, un acto de comienzo de privatización que atrae pésimos recuerdos de la ola privatizadora llevada a cabo en la era neoliberal por el mandato 1996-2000, sin embargo, lo triste, es la forma en que se adjudicó este contrato que expulsó a un logro social como es la OMSA.

La forma en que este tema de la alianza Publico –  Privada debe ser abordado con transparencia, licitaciones, preferentemente públicas, hacer de ello un tema social, contar con los afectados y entonces, proceder pues, en cada Pago Político hay que mirar a futuro… un cheque en blanco podria tener consecuencias funestas para el Gobierno de Luis Abinader.

 

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