Atiendan
El drenaje pluvial NO DA VOTOS, las lluvias duran par de días, la política y el clientelismo lo absorbe todo.
Ahora se centrarán en el Distrito, pero en el resto del país los proyectos inmobiliarios se construyen sin ley, sin ingenieros cualificados, las oras las comienzan y terminan maestros constructores, los barrios se crean sin servicios básicos, ladrillo primero y el subsuelo después, no sigamos la farsa de no sincerizar el tema del caos generalizado.
Ahora crean una comisión, luego de sepultar los muertos, y los que estaban antes no hicieron nada y los que vengan detrás, tampoco, porque mientras la política sea el deporte nacional será prioridad y de lluvia en lluvia, de desastre en desastre, se logra incluso, gobernar.
Las imágenes quedarán en las redes, pero los banners de los candidatos inundarán todo, los periodistas olvidarán el tema posiblemente, por orden «suprema» y los medios de nivel medio y de abajo, incluso, las llamadas redes, que no son más que replicadoras, harán que olvidemos que aun nos llevamos una luz roja y no respetamos el derecho de vía, haciendo del ruido nuestro modus vivendi.
Ya olvidamos el desastre de San Cristobal, como antes olvidamos el de Polyplas, sin que se reforzarán las medidas a nivel nacional, empresarial, cambio de leyes, etc, para evitar desastres.
Los barrios están repletos de irregularidades que el ministerio de medio ambiente y la procuraduría, deben atiende junto a las Alcaldías pero en realidad, los procesos o no funcionan o su lentitud solo se acelera si algo ocurre y produce muertos
Ahora que el agua llega a las torres de una ciudad pujante construida en disparate, quién sabe, llame a alertas, pero los barrios seguirán en el olvido.
La ausencia de una clase política responsable hace que constantemente estémonos culpando unos a los otros y colocando parches, creando comisiones cuando estemos obligados a decretar días de duelo para que al final, con los resultados de estas, hagamos poco o seguro, casi nada… hasta el próximo aguacero o la próxima explosión.
