El sueño de todo gobernante es hacer contacto directo con el pueblo y claro… que este termine votando por él.
Leonel Fernandez «bajó» poco al pueblo en sus mandatos, pero Danilo Medina inventó el «charquito» y las Visitas Sorpresas para ir de pueblo en pueblo sembrando «algo» pero para el populismo y lo mediatico, sirvió, al menos en los primeros tiempos.
El último gobierno morado fue muy populista, desde el distribuir más la publicidad a medios hasta el tema de las funditas a cada casa desembocando en el asfalto por doquienr, mal «tirado» y con un presupuesto inflado y sin medida, tratando de lograr que el pueblo, ese que entre «applications», games y mala televisión, les convirtieran en imprescindibles… descuidaron entonces el figureo, el ego y el «tiravainismo» y entre mujeres nombradas solo por «otras cualidades» hasta montarlas en un jeep por el tamaño de sus «frentes», el sobregasto y la impunidad rampante, el mismo pueblo que recibia las migajas de poder les sacó.
Las visitas sorpresas no sirvieron para nada.
El PLD pensó que tener controladas las juntas de vecinos, que acomodaron siempre que pudieron, colocando incluso a cuasi políticos o para políticos para que jugaran a representarlos, no sirvió de nada, no pudo detener los cacerolazos y eso, que estos «entes» estaban bien cerca del ciudadano común pero convertido en cliente que como pez, necesitaba de vez en cuando algo y cada día más.
Hoy alguien ha convencido a Luis Abinader que repetir la fórmula dará ganancias y de nada vale, nunca ha valido, recibir una única visita que como loteria «te ganas una vez» si en realidad luego a quien dejas encargado de la continuidad no piensa igual que tu, ni quiere lo mismo que tu, se convierte todo en una diaspora de preguntas y respuestas matizadas por promesas que terminan siendo media verdades o promesas a lrgo plazo que la precaridad de la vida, hace olvidar,
Cada visita de Luis Abinader a las comundades han lucido bien en ese momento pero al mirar de cerca en localidades «conocidas» te das cuenta que ni tienen que ir los que van, que las convocatorias al final son falsas o tendenciadas, que las fotos terminan insípidas, sin valor con el resultado como una mala puesta en escena.
Tanto a Danilo como a Luis los asesores les «preparaban los escenarios» y lo curioso es que ambas puestas en escena terminan pareciéndose e incluso, las comitivas presidenciales casi un Copy & Paste.
Luis termina rodeado en cada «visita» de los mismos que a la vez se confunde entre gente buena pero también de oportunitas y arribistas que mordieron a los morados y ahora buscan, esta vez sin mucho éxito, montarse en las mieles del poder pero ahora, las abejas emigraron.
Es el mismo guión y ni los morados pudieron controlar a los vecinos ni podrán la gente de Luis, a los pueblos al final les interesan los resultados y la comida en la mesa y esa cada día está más dificil.
Seguro mucha gente se da ceunta de esto pero los que quieren vivir del «cuento» son más y por ese sendero… no se llega a puerto.
Hora de corregir el camino del «Cambio».