Santiago. Los estudiantes de la escuela primaria Agustina Pichardo, del sector Rafey, reciben docencia en condiciones de hacinamiento y afectados por la contaminación.
El centro educativo cuenta con mil 100 alumnos, pero por la falta de butacas deben sentarse dos en una misma silla. La escuela además presenta descuido y carece de bibliotecas y comedor para poder integrarlo a la tanda de jornada extendida. La profesora Leris Martínez se quejó, además, de que cuando llueve los niños deben caminar prácticamente entre el lodo.
“Hace un tiempo se inició la construcción de una biblioteca y como no se avanzaba, entonces decidimos colocar algunos libros en la sala de profesores. Sin embargo, el mayor problema que tenemos, es la falta de butacas, lo que obliga a que muchos niños tengan que compartirlas”, expresó Martínez, al hablar con reporteros de elCaribe.