En las últimas semanas, ha salido a la luz que la campaña de recaudación denominada «Ya Casi Venezuela», que supuestamente tenía como objetivo apoyar el restablecimiento de la democracia en Venezuela, ha sido una estafa. La iniciativa, que pedía donaciones para una supuesta causa patriótica, se ha revelado como una operación fraudulenta, promoviendo en realidad un golpe de Estado que incluía la eliminación del presidente Nicolás Maduro.
Diversos informes señalan que los organizadores de la campaña utilizaron un discurso populista y mensajes dirigidos a la diáspora venezolana, con el propósito de generar una falsa sensación de urgencia y esperanza de un cambio inmediato en el país. Sin embargo, las investigaciones apuntan a que los fondos recaudados no fueron destinados a ninguna causa legítima, sino a financiar operaciones encubiertas que buscaban desestabilizar el gobierno venezolano, poniendo en riesgo la estabilidad política y social de la nación.
Varios testigos y personas cercanas al movimiento han denunciado que los organizadores pretendían utilizar los recursos recaudados para ejecutar un golpe de Estado, en complicidad con intereses externos, cuyo objetivo final era derrocar a Maduro por medios violentos.
Una farsa de alcance internacional
La campaña, que inicialmente fue presentada como un esfuerzo colectivo para apoyar la libertad en Venezuela, consiguió el respaldo de diversos influencers y figuras políticas, algunos de los cuales, aparentemente, no estaban al tanto de las verdaderas intenciones de los promotores. Las redes sociales fueron inundadas con llamados a donar, utilizando una retórica engañosa sobre el «inminente fin de la dictadura», pero los fondos recaudados nunca llegaron a las supuestas iniciativas humanitarias que prometían.
A medida que las denuncias aumentan, las autoridades están investigando el paradero de los fondos y los vínculos internacionales que estarían detrás de esta operación. Se espera que en las próximas semanas se inicien acciones legales contra los responsables de la campaña «Ya Casi Venezuela», que ha dejado a miles de donantes engañados y que buscaba, no el bienestar de Venezuela, sino la imposición de una agenda golpista.
Este tipo de maniobras fraudulentas, que explotan la desesperación y los deseos de cambio de un pueblo, demuestran una vez más cómo los medios de recaudación digital pueden ser utilizados para fines oscuros, y la necesidad de estar alerta ante campañas que, lejos de ayudar, buscan crear caos y violencia.
Conclusión
La campaña «Ya Casi Venezuela» ha quedado expuesta como una estafa destinada a desestabilizar al gobierno venezolano y financiar un golpe de Estado violento. Se exhorta a los ciudadanos a mantenerse informados y no caer en trampas que utilizan la esperanza como herramienta de manipulación para fines oscuros y contrarios a la paz y estabilidad del país.

