Los espacios públicos, como calles, aceras, contenes y plazas del Gran Santo Domingo continúan ocupadas por vendedores, talleres y hasta por dealers que las usan para exhibir vehículos ante la mirada indiferente de las autoridades municipales.
La instalación informal de talleres, lavadores de vehículos, buhoneros y vendedores de artículos tales como frutas y prendas de vestir, ocupa los espacios públicos de Santo Domingo y ha convertido la práctica en una normalidad, debido a que las alcaldías se hacen de la vista gorda para no enfrentar la situación.
La recuperación de los espacios públicos es, junto al aseo urbano, el mayor reto de los gobiernos locales pero es un problema que cada vez se torna más difícil de enfrentar.
Tanto en el Distrito Nacional como en los municipios de Santo Domingo Este, Santo Domingo Norte y Santo Domingo Oeste no hay reparo para que en una calle o acera se coloquen tarantines o simplemente se tiren las mercancías en pleno pavimento.
Los talleres toman las aceras y las vías como suyas, mientras el peatón tiene que lanzarse a la calle para transitar y hay de aquel que se detiene para exigir su derecho. En sectores como el ensanche La Fe, Villa Juana, Villa Consuelo, Villas Agrícolas, Honduras y otros del Distrito Nacional las aceras y parte de las calles están ocupadas por talleres de reparación de carros.
Solo hay que dar un paseo por calles como la Francisco Villa Espesa, Rafael J. Castillo o Juan José Duarte, en La Fe; así como María Montés, Américo Lugo, Moca, Juan Erazo y otras ubicadas en Villa Juana y Villas Agrícolas.
En Villa Consuelo son pocas las calles y aceras libres de negocios. Solo hay que dar una mirada a calles como la Hermanos Pinzón, Eusebio Manzueta, Manuela Diez y María Viuda de la Cruz (13), donde es imposible caminar.
Ni que decir de la Duarte con París, una zona convertida en un pandemonio desde la calle Abreu hasta la Josefa Brea.
A medida que pasan los días el tramo citado se torna más caótico: cada vez más buhoneros llevan sus mercancías a la zona, por lo que ya no hay espacio para peatones y van disminuyendo la zona destinada para el tránsito vehicular.
Aun en medio de la pandemia del coronavirus la gente se arremolina entre prenda de vestir, frutas y vegetales que se exhiben sin ninguna regulación ni protocolo de salud.
En Santo Domingo Norte (SDN) el entorno de la parada Mamá Tingó del Metro, así como la intersección de las avenidas Jacobo Majluta con Hermanas Mirabal, cada vez se parece más a la Duarte con París.
En esta zona se vende todo tipo de mercancías, sin ninguna regulación y en su mayoría los vendedores son migrantes haitianos que ocupan aceras, plazas y parte de las avenidas.
Asimismo, los talleres de mecánica se instalan hasta la entrada de los residenciales como el Residencial Remanso, en Villa Mella, sin que la alcaldía impida la violación.
Chivos sin Ley
En SDE, los vendedores o buhoneros exhiben frutas y vegetales en plena vía, tal como en la Arzobispo Fernando de Navarrete con San Vicente de Paúl; frente al Mercado de Los Mina, en la avenida Estrella Ureña. Las direcciones de Defensoría y Uso de Espacios Públicos surgen de la necesidad de crear un sistema de gestión de los espacios públicos que generen un modelo de ciudad que promueva el incremento de la calidad de vida de los munícipes, a través de una eficaz defensa del espacio público, promoviendo una nueva cultura, que garantice su uso y disfrute colectivo y estimulando la participación comunitaria.