Se trata de las señales conocidas como ‘ondas de coro’, que suenan como el canto de los pájaros y cuya radiación puede ser peligrosa para los humanos y los satélites.
Unas misteriosas señales chirriantes fueron detectadas por un equipo internacional de astrónomos en un lugar del espacio donde nunca antes se habían identificado, lo que plantea serias interrogantes sobre su origen, informó esta semana AP.
Se trata de las denominadas ‘ondas de coro’, unas de las emisiones electromagnéticas más fuertes del espacio, por lo que su radiación puede ser peligrosa para los humanos y los satélites. Reciben este nombre porque, cuando se convierten en señales de audio, suenan como el canto de los pájaros.
A pesar de que su existencia es conocida desde hace décadas, los científicos aún no comprenden completamente cómo se producen. Se ha teorizado que el campo magnético de la Tierra podría contribuir en su formación.
Una región inesperada del espacio
Previamente, estas señales se habían medido a 51.000 kilómetros de la Tierra, en un punto donde el campo magnético terrestre se comporta de manera dipolar, es decir, como un imán con polos opuestos y diferenciados.
No obstante, un nuevo estudio publicado en la revista Nature detalla el descubrimiento de ondas coro a unos 165.000 kilómetros de nuestro planeta, donde los efectos del dipolo magnético están ausentes, algo que los investigadores no esperaban.
Este nuevo hallazgo contrasta con la suposición convencional de que las ondas de coro están influenciadas por campos dipolares magnéticos planetarios. No obstante, se observó por primera vez un fenómeno anteriormente hipotetizado, conocido como ‘resonancia ciclotrón electrónica’, que proporciona una mayor energía de las partículas de plasma a las ondas de coro.
Esto resultados se obtuvieron después de analizar las imágenes de alta resolución obtenidas por los satélites MMS de la NASA, que fueron lanzados en 2015 para explorar los campos magnéticos de la Tierra y Sol.