Las malas condiciones y el deterioro progresivo de la escuela Básica Santa Teresa de Jesús, en las inmediaciones de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), mantienen a los padres y a los docentes preocupados.
Es que los problemas de filtración, energía eléctrica y de espacio son el pan nuestro de cada día en ese centro escolar que alberga a 800 niños del nivel básico en la tanda matutina.
La escuela fue construida en 1967 y 51 años después pide a gritos la pronta intervención de las autoridades. Su planta física luce con grietas, a lo que se suma la falta de pintura y al moho que produce la humedad.
Los baños están sin puertas y sin agua para su mantenimiento, mientras que las escaleras están rotas y muchos de los escalones tienen las varillas afuera, poniendo en riesgo a los niños y maestros que diariamente tienen que subir y bajar por ellas para ingresar a las aulas de clases.
Sobrepoblación. Otro problema grave que enfrenta el centro escolar es la sobrepoblación estudiantil.
Pequeñas aulas albergan hasta 36 estudiantes, que tienen que recibir las clases todos pegados por el poco espacio que tiene.
Aunque hay aulas que son bastante grandes, sus espacios no pueden ser aprovechados por la gran cantidad de goteras que caen en ellas cada vez que llueve.
El personal docente de la escuela pidió a las autoridades de Educación incluir la escuela en el programa de acondicionamiento de los centros escolares, ya que la escuela no está en condiciones para recibir a tantos niños.
La profesora Elpidia Castillo manifestó que el temor se apodera de ella cada vez que los pasillos del segundo nivel se llenan de agua, poniendo en riesgo la vida de los estudiantes que pueden resbalar y caer al patio en el primer nivel.
“Cuando llueve es terrible; la situación le ocasiona muchas dificultades a nuestros niños”, dijo Castillo.