Si, es posible que un periodista «comprometido» asista a un acto de su «oposición» e incluso haga una nota de prensa medianamente objetiva… sin embargo, si ese periodista tiene preferencias por alguna opción electoral es muy difícil que haga relucir lo positivo del contrario y que no proceda, incluso, a «reventarlo».
Los candidatos en la República Dominicana se ven acosados porque los programas de radio, tv, prensa escrita o los llamados «influencers» de las redes usan «técnicas» para aplicar el ya clasificado «sicariato digital».
La campaña es corta y algunos llamados periodistas devenidos en relacionadores públicos de una candidatura, extremen, su voz y peor, su pluma, para en el mejor de los casos hacer verdaderos artículos chatarra, como «el seguro diputado», «camino a la victoria segura» y otros calificativos que producen pena para, en el peor de los casos, proceden a agredir al contrario con descalificativos irrepetibles.
A veces se lanzan a modificar el lenguaje hacia misiles con tal que algún candidato «los vea» y «haga lo que [tiene] que hacer»…. llenar el cheque.
La ética periodista que necesita dignidad ante todo, parece estar de vacaciones.