Aquel expediente contra Feliz Bautista, refrito de casos ya juzgados, dio siempre la impresión que como «adefesio jurídico» según lo acuñaron, no era más que parte del guión en un camino de construcción de la figura potable hacia la presidencia… tarde o temprano.
Alguien se adelantó y provocó (seguro también planificado) que luego de la irrupción de Quirino el presidente medina se comiera «aquel tiburón» y el tema Félix Bautista se hizo viejo… y languideció en la mente del dominicano además, Domínguez Brito se quedó sin gasolina a la hora de seguir el pleito, se rindió a medio camino y los que gritaban «yo apoyo al procurador» terminaron acusándolo de traidor.
Buen ministro, creó que era su momento, seguro Medina no se aventuraría y le levantaría la mano triunfal, sin ser su pupilo, como continuador de la obra de Danilo, tratar de asomar como la continuación y mientras… atacar al único contrincante fuerte… el ex-presidente Leonel, luego de haber ayudado a aplastar a uno de sus dizque alcancías, ahora, la estocada.
Pero Leonel no se inmuta. Cada paso de los aspirantes para denostarlo lo victimizan y más que pedir el regreso la militancia cree que debe hacerlo porque «no es culpable de nada»… «los malos son estos» y el llamado Leonelismo a cada ofensa, cada denostación, cada reto, sonríen e ignoran, salvo algunos gladiadores que «se les va de vez en cuando la guagu».
Además, el «leonelismo» tiene a agentes mediáticos outsiders que hacen bien el papel de pateadores del hormiguero para que todas las hormigas vengan a él y dejar al «líder» tranquilo.
Domínguez Brito, luego de quemar la gorra con las insignias del partido, con un Gonzalo como preferido, afueriado junto a otros por el presidente, busca, inútilmente, acercarse a un electorado danilista que ya se decidió por el «rey del asfalto» tomando la señal de Medina, mientras otras figuras como Maritza y Malanio acogen para si el segmento del peledeismo no contaminado, más bochista, que Brito debería hoy tener a su lado, y no tiene, por sus erradas estrategias.
Quien sabe si este hombre, con seguras excelentes cualidades, limpio en su andar por el estado, en vez de colocarse de rémora del poder soñando heredarlo, hubiera construido, sumando, sin denostar solo contra una figura hasta convertirlo en heater, haber hecho caso a personas que le advirtieron a tiempo o haber hecho «un lío» y contratado su versión del Joao que le ayudara a formar el supuesto de ese nuevo líder que enarbole las banderas que el peledeismo sepultó hace rato… el bochismo relegado y casi olvidado.
! Qué lástima, qué desperdicio !.