El 80% de los vehículos que se importan en República Dominicana son usados, de acuerdo a cifras ofrecidas por la Asociación Nacional de Agencias Distribuidoras de Vehículos (Anadive).
Indica que en el 2021 entraron al país 100,243 autos con vocación comercial, de los cuales 82,213 corresponden a unidades usadas, que representan el 80%, mientras que 18,030 fueron nuevas, para un 20%.
Antes de dar a conocer ayer los detalles de la cuadragésima primera edición de la Auto Feria Anadive, el presidente de esa entidad, César De los Santos, dijo que aunque la percepción es que en el país circulan muchos autos, los datos del parque vehicular reflejan que en el 2021 solo ascendió a 4,842,000 unidades, de las cuales el 53.7% son motociclistas, con un total de 2,600,154; seguido por un 20.5% que son automóviles, que totalizan 992,610; de cargas, que presentan el 9.5%, con 459,990 unidades; y otro 3.7% que son autobuses, volteos, y máquinas pesadas, que suman 179,154.
Sugirió al Gobierno continuar aplicando el convenio de incentivos a las importaciones e incrementar las recaudaciones fiscales que permiten una valoración aduanal justa mediante la aplicación de la tabla de depreciación para vehículos usados, basada en la depreciación de las unidades nuevas del mismo modelo y año.
Luis Taveras, coordinador de la Auto Feria Anadive, dijo que ese evento se realizará 25 al 29 de este mes en el parqueo de la terminal Sans Souci Puerto Santo Domingo, con la participación de 46 dealers, quienes tendrán un amplio inventario de vehículos para satisfacer cualquier demanda.
Aseguró que los precios de ventas de las unidades serán competitivos, a pesar de los aumentos que se han registrado, debido a los efectos de la pandemia y la guerra entre Rusia y Ucrania.
Además de que los adquirientes podrán financiar el 90% del valor del vehículo que les interese.
Aumento precios
La pandemia provocó una reducción en la fabricación de autos a nivel mundial, lo que provocó la falta de unidades nuevas en el mercado, generando un incremento de precio por efecto de la acentuación de la demanda, con un aumento considerable de precios en los mercados internacionales y las principales subastas, lo que encarece la reposición de los inventarios.