Le llaman Democracia… ser del gobierno o de oposición… es el comportamiento primitivo, eterno, o estás conmigo o contra mía, eres invasor o invadido, derechas o izquierdas.
El ser humano no admite matices, no cuando su estado es primitivo, como la política en República Dominicana.
La política se convierte en la constante lucha por el poder, no da tiempo a ideas, a ponerse de acuerdo en temas importantes, a buscar desarrollar el país como ciudadanos, todo se consume en la eterna campaña según los resultados de la anterior y se adopta la posición de, o me apresuro a gobernar lo mejor que pueda y algunos, sacando el mayor dividendo que se les permita o dedico mi tiempo a hacer todo lo posible por sacar en la próxima campaña a quien está gobernando.
El gobierno primero de Leonel Fernandez aplicó la capitalización y con ello, salvó algunas empresas que eran del estado, terminó de destruir todo, se vendió sin control hasta el último riel donde pasaban los trenes y se incrementó la destrucción de todo registro de tierras, sumergiendo al llamado CEA en un constante elemento corrupto que repartió tierras sin título, parcela sobre parcela, desorden sobre desorden.
Leonel debió haber comenzado la campaña de Alfabetización luego que exitosamente retomara las relaciones con CUBA, pero prefirió enfocarse en proyectos «sonoros» como el ITLA y el ITSC, mientras Danilo no promovió estos, sino que se dedicó más a la niñez, atención temprana y casos complejos, los pendientes de la sociedad, mientras se enfrascaba en la fraudulenta y fallida revolución educativa y la millonaria y esperada, nunca concluida, Alfabetización.
En el medio, Gobierno de Hipólito Mejia, se creaban las fatídicas ARS y AFP, que se hicieron más ricas e ineficientes en los siguientes gobiernos de Leonel y Danilo, mientras que el desarrollo de tipo «ladrillo» seguían secando indiscriminadamente los ríos mientras nacían metros, teleféricos y autopistas para los 4×4, ignorando los trenes interprovinciales que se usan en el mundo entero.
La ERA PLD, dejó una población caótica, donde cualquier ciudadano viola la ley de tránsito, extremadamente escandalosa, siendo el ruido el reflejo del irrespeto social, y aunque leyes como La Ley de Partidos tuvieron que aprobarla a vapor y la de Lavado logró emerger incompleta, se retrasó El Código Procesal Penal, La Ley de Ordenamiento Territorial y de Extensión de Dominio, como signo que lo importante, lo que verdaderamente hace crecer, cambiar, desarrollarse una sociedad, puede, para la política irresponsable, esperar.
La sociedad necesitaba cambiar y esto ocurre por un proceso posiblemente no casual, el tema ODEBRECHT que terminó provocando la salida del poder del PLD y la llegada de los «entes» que prometieron cambiar y, a duras penas, como hormigas lentas, logran.
Los del «cambio» tuvieron, tienen y tendrán el lastre de poseer dentro de sus filas a políticos tan malos y corruptos como algunos que existieron en los gobiernos pasados y luchan porque el país quede en el ostracismo, los que vinieron a robar y el presidente no le ha dejado, o «Compra y Contrataciones», o «Ética», o el «Map», o la población vigilante que no perdona errores, colocando muros incluso, al ejecutivo.
Se han cometido muchos errores, maximizados por la mezquina oposición que critica todo, heredera de los que hoy están gobernando que cuando estaban fuera, igual, lo criticaban todo, dejando plasmadas en promesas hoy, incumplidas, sin embargo, los avances en titulación, el empeño en cuidar más los ríos, los cambios en la policía nacional, el evidente y necesario «Ministerio Público independiente» que ha destapado el que el organismo fiscalizador, Cámara de Cuentas, era un antro de corrupción e incluso, que dentro del propio Ministerio, existían mafias «eternas» que limpiaban expedientes a miles de personas durante años, siendo estos males que a nadie se le ocurrió, no querían y posiblemente algunos de los que gobernaron y gobernaban, alimentaban.
Si bien es cierto que algunos servicios se han deteriorado y parece hasta la corrupción se instauró en las Edes, la realidad es que hay cambios estructurales y demorados que se están produciendo, en medio de políticos gobiernistas abocados en agendas 2028, importando un bledo el destino del presidente y de una oposición que es incapaz de hacer meas culpas de todo el desastre que creo, y que trata de tapar con los «errores» y desvaríos de este gobierno.
Los del «cambio» son muy pocos, demasiado pocos, al presidente se le nota gobernando con pocos porque solo algunos piensan como él, con un partido diasporizado, donde sus altos dirigentes están pendientes a «amarrar» para lograr ser poder en el 2028 y no entienden que si no hay un exitoso 2024 no llegan «vivos» cuatro años más.
La politica dominicana sigue siendo en extremo irresponsable e inmediatista, El Cambio, el No Cambio, y la eterna mezquindad llamada Democracia, seguirán mandando en ella mientras el desarrollo camina mas lento que una tortuga.