El Consejo de Seguridad de la ONU aprueba por unanimidad un nuevo paquete de sanciones contra Corea del Norte La votación se ha saldado con 15

onuLas nuevas sanciones aprobadas anoche por la ONU contra la última prueba nuclear del régimen de Pyongyang ha vuelto a disparar la tensión con Corea del Norte. A propuesta de Estados Unidos, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó anoche un nuevo castigo al régimen del joven dictador Kim Jong-un. La resolución contó con el apoyo unánime de los 15 integrantes del Consejo –Rusia y China no ejercieron su derecho a veto–, aunque el texto fue revisado, con efectos menos drásticos, para que fuese aprobado. Las sanciones suponen una limitación de las importaciones de petróleo por parte de Corea del Norte, la prohibición de la exportación de textiles y la contratación de trabajadores norcoreanos en el extranjero.

 

Con el objetivo de asfixiar al régimen estalinista de Pyongyang para cortarle la financiación de su programa nuclear, el presidente estadounidense, Donald Trump, intenta cerrarle el grifo de su petróleo, que procede de China y, en menor medida, de Rusia. Aunque Pekín no difunde estas cifras, la ONU calcula que cada año envía Corea del Norte medio millón de toneladas de crudo y 270.000 toneladas de productos refinados. Mientras tanto, Rusia manda otras 40.000 toneladas anuales.

Como dichos suministros permiten la supervivencia del régimen de Kim Jong-un, que sufre graves carencias de energía, la Casa Blanca intenta restringirlos al máximo. Con su voto de anoche, Rusia parece haber cambiado su actitud ya que el presidente Putin dijo la semana pasada a su homólogo surcoreano, Moon Jae-in, que no cortaría sus partidas de crudo a Corea del Norte para no dañar a la población. China, que anoche también votó a favor, no apoyará el «embargo total» que pide Washington.

Además de las importaciones de petróleo, EE.UU. intenta impedirle a Pyongyang sus exportaciones textiles, que son la principal fuente de ingresos que le queda al régimen tras el veto a su carbón, mineral de hierro, plomo y marisco. De igual modo, el presidente Trump intenta congelar los visados de trabajo que se ofrecen a Corea del Norte, sobre todo para la construcción en Oriente Medio. Como los sueldos de estos trabajadores van a las arcas del régimen, la Casa Blanca se ha propuesto aislar internacionalmente a Pyongyang.

Pero Kim Jong-un parece decidido a seguir adelante con su desafío al mundo. Horas antes, el régimen norcoreano ya había lanzado una nueva retahíla de amenazas contra Washington: «En caso de que Estados Unidos elabore la resolución ilegal sobre sanciones más duras, la República Democrática Popular de Corea se asegurará de que pague el precio debido», advirtió Pyongyang en un comunicado recogido por la agencia estatal de noticias KCNA. Recurriendo a su habitual retórica belicosa, el régimen de Kim Jong-un amenazó con represalias que «causarán a EE.UU. el mayor dolor y sufrimiento que haya sentido a lo largo de su historia».

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