comentarios #aLoClaro por
Fernnando Buitrago @fdo_buitrago
Sí, es claro que el último gobierno del PLD se comportó como una familia de la Cosa Nostra creando u ocultando actos de corrupción extrema en forma y fondo hasta llevarlo al clímax que, según se está probando, desde el Ministerio Público y La Cámara de Cuentas se promovió el dolo ocultando todo en una muestra de un país secuestrado por la impunidad que llevaba acumulándose incluso de gobiernos anteriores, pero como cáncer, hizo metástasis.
Es obsoleta la figura cuasi institucional de la «Primera Dama» como actor social pues, como otras muestras, coloca a la «mujer» detrás del hombre y otorga solo por ser cónyuge a alguien un papel preponderante con parte del presupuesto nacional sin ser elegida ni acceder mediante una escala laboral lo cual constituye ante todo una afrenta a los servidores públicos que se pasan la vida escalando posiciones o con sueños de convertirse en funcionarios gracias a sus méritos.
Es claro que ni Margarita Cedeño otrora de Fernández en esa además desfasada ley no declarada de colocar el apellido del esposo como lastre en el nombre de la esposa, como Candy Montilla aun «de Medina»debieron nunca por esposas tener participación activa en el gobierno, aunque la primera luego, como vicepresidente, si, pero lo creado no se puede tapar con un dedo.
El abandono de la figura de la «Primera Dama» por parte de Doña Raquel Arbaje estuvo bien, sepultando para siempre ese atrofiado y machista por demás cargó cuasi público, sin embargo, entregar lo asignado como planes sociales a ministerios y direcciones varias han provocado el naufragio de lo que estaba bien y que servía incluso de tapadera ante tanta corrupción de los anteriores gobiernos.
Antes todo era más fácil y funcionaba… seguro con un poco de sesgo clientelar, pero al menos el pueblo poseía la tabla de salvación ante el no plan eterno de los políticos en resolver los problemas principales de un país eternamente «emergente» y siempre «en vías de desarrollo sin llegar a este.
El gobierno de Luis Abinader comprometió negativamente todo lo que había como lo referente a prevención, lucha por la equidad y la igualdad de la mujer, atención a la niñez, sobre todo a los planes de niños especiales, muchas iniciativas que salvaron miles de vidas para reinventar el «agua fría» en una negación absoluta del seguimiento del estado o el supuesto ego desmedido de que «lo haremos a nuestra forma» sin analizar que casi todo funcionaba o mal funcionaba… pero era algo.
Quién sabe aún quede algo escrito porque los técnicos existen, los planes existen, la voluntad existe, y el gobierno, que posee jóvenes preparados y con ganas de trabajar con transparencia, proceda con la humildad necesaria de reconocer que hicieron mal en «borrar» todo el pasado y que de incluso lo negativo se puede salvar algo, podría retomar, no desde funcionarios obsesionados en pintar sus bolsillos sino desde lo mejor que poseen que es tratar de hacerlo bien.
La sociedad dominicana busca desarrollarse, sin embargo la política y los gobiernos tratan de reinventarse planes cada cuatro años y si ya la ex-primera dama pasó a ser solo la compañera del presidente Raquel Arbaje y el motor del impulso en la dura vida de un primer mandatario de la nación, es hora de retomar lo que servía pues, «lo que está bien, está bien y lo que está mal, está mal», a sabiendas de que el país, como la vida, necesita no tirar a un zafacón lo que se construyó antaño, sea por quien sea, con dedicación, amor y profesionalidad.