El Gobierno Dominicano no tiene poder de cerrar una cuenta de red social. Gaby Sanchez emula a Jaime Rincón, acusa al Gobierno de turno de cerrarles redes sociales.
Gracias al gobierno de @luisabinader y el PRM por tumbarme mi cuenta de @TikTokLatAM de más de 60k seguidores. No soportaron que en los últimos 15 días las denuncias alcanzaran casi los 4 millones de reproducciones y las duras críticas ante este TRAPO DE GOBIERNO.
— Gaby Sanchez (@GabySanchezRD) April 20, 2024
Aunque… pic.twitter.com/23viSP4h3W
Los llamados influencers, verdaderos detractores de la política dominicana, inundan las redes sociales y, si están a favor del Gobierno, se convierten en bocinas complacientes; pero si están en contra, ocurre lo contrario.
Los mensajes vehementes que afectan intereses, muchas veces se exceden y en las redes prevalecen los algoritmos, antes incluso que los propios gobiernos que impulsan cada red.
Si bien es cierto que los gobiernos «hegemónicos» ejercen influencia en las redes sociales con ciertas artimañas y regulaciones, no es verdad que el Gobierno Dominicano tenga ese poder absoluto. Sin embargo, un «ataque» de bots (robots) podría alertar al algoritmo bloqueador y, si este detecta que la cuenta se dedica a actividades contrarias al acuerdo de uso (ese que aceptas sin leer cuando creas la cuenta), tu cuenta puede ser suspendida primero y luego, si persistes, cerrada completamente.
Es la actitud que muestras en la red la que determina si sigues activo o si te desactivan… es muy difícil que una cuenta que no afecte los intereses geopolíticos del país que la dirige pueda ser cerrada.
TikTok es chino, no es cierto que Luis Abinader ahora, ni Danilo antes, tengan o tenían poder para cerrar cuentas. Sin embargo, si los algoritmos analizan su «lenguaje» y lo encuentran ofensivo, entonces actúan.
Lo más fácil es recurrir a la «protesta sin argumentos», como el periodista que acusó al gobierno de hackear, o el medio de Santo Domingo Este que hizo la misma acusación contra el alcalde, y luego resultó que eran ataques de hackers de otros países que aprovecharon la vulnerabilidad y la falta de seguridad de su plataforma.
Las redes no tienen «dueños» más allá de los programas que vigilan los parámetros de los acuerdos de comportamiento. Si quieres permanecer, entonces, sé prudente, disciplínate y no ofendas, al menos no a través de ellas.