Sumido en el caos, el hacinamiento y la sobrepoblación de pacientes estaba ayer el hospital Francisco Moscoso Puello, por lo cual el personal de salud abandonó sus labores y protestó en la parte frontal del centro.
El personal de salud evalúa la pertinencia de seguir laborando en medio de aguas cloacales, polvo, herramientas de construcción y hasta cemento.
Casi todas las áreas están intervenidas sin que hayan sido suspendidas las consultas, las emergencias y los internamientos.
En efecto, el desorden y las imágenes contradictorias se veían en los pasillos, médicos con batas blancas, saltaban charquitos de agua en los pasillos, para evitar ensuciar sus pies y ropa.
El doctor Manuel Quiñones, internista, consideró un irrespeto total a la dignidad de los pacientes la forma en que son atendidos en el hospital Francisco Moscoso Puello, del Distrito. “Usted quisiera que en estas condiciones le internaran aquí a su madre”, preguntó el internista, tras calificar la situación del hospital como caótica y desorganizada.
Enfermeras, médicos y empleados del área administrativa hacían lo que podían para atender a cientos de personas que buscan servicios variados.
Lo reparan El hospital fue intervenido sin suspensión de los servicio sanitarios, de forma que los obreros trabajan con cemento al mismo tiempo que un médico otorrinolaringólogo revisa la garganta de un paciente.
La protesta En el día de ayer y hoy, médicos, enfermeras y demás personal de salud se retiraron del hospital y no volverán hasta tanto se mejoren las condiciones.
Los médicos alegan que no hay condiciones para atender pacientes, debido al proceso de remodelación que se lleva a cabo en toda la planta física del centro, el polvo, la humedad y las filtraciones acompañan permanentemente al personal de salud y a los pacientes.
El personal advirtió que no laborará hasta que las condiciones no mejoren, temen enfermar.
Los doctores Senen Caba, Quiñones y la enfermera Francisca Peguero deploraron las condiciones en que se reciben los servicios de salud. En el centro se ofrecen los servicios en medio de escombros, polvo, ruido y los más diversos inconvenientes que generan las construcciones. Esto afecta la salud de pacientes que buscan servicios y del personal que labora en el centro, el personal de salud debe usar mascarillas