Mientras Europa cree que aún se encuentra en la segunda guerra mundial y como Hitler tratan de contener a la heredera de la URSS, cuando los malos políticos europeos apelan a sanciones contra Rusia que solo hacen consolidar un mundo multipolar, erosionar sus propias economías y montar el escenario para un explote social europeo, en República Dominicana las redes se llenan de políticos arribistas, de aspirantes a candidaturas a destiempo, vocingleros que reducen su mundo a un chat de WhatsApp o a programas de dos seguidores, sin entender que estamos en el umbral de un conflicto de inmensas repercusiones pues, si Europa tose, si la inflación por encima de 7 permanece en Alemania, si el petróleo sigue en alza, ayer a 121 en Brent del Norte, los turistas no podrán viajar y Estados Unidos se deteriora paulatinamente con el mismo efecto.
Mientras todo ello ocurre, cada partido monta sus campañas oportunistas, unos arrinconando la crisis como si Dominicana fuera el mundo y otros aprovechando los malabares del actual gobierno para declararlo incapaz de sortear la crisis, mientras la isla se arrincona entre seguir apoyando las obsoletas prácticas de la política exterior norteamericanas y sus amigos de ONGs intervencionistas europeas frente a un mundo que se une y solidifica en Asia.
República Dominicana apostó contra Nicolás Maduro, el actual presidente siguió la línea antichavista de su antecesor cuando hasta quien protagonizó ese show, Estados Unidos, ahora lo contacta para pactar… dejando a los seguidores desnudos y en gran ridículo, mientras que el desplante a China, inicial en este periodo de gobierno, ojalá no tenga futuras repercusiones, pues siempre los asiáticos toman nota… a largo plazo.
China y Rusia, junto con otros países, han estado inundando con posibilidades de negocios África y América, mientras la eficiencia de la industria de Estados Unidos baja y se asombran de la llegada del 5G chino y del TikTok, como muestras de un mundo que ni ellos mismos han sabido controlar.
El mundo cambia, la economía se encuentra en graves problemas.
No se puede predecir el precio del petróleo que al final afectará toda economía, es imposible saber si en el turismo irá bien, pues los turistas sin dinero, no viajan, la crisis en Estados Unidos reducirá las remesas, el panorama es sombrío, pero mientras, en República Dominicana, los políticos de siempre, esos que no poseen ninguna responsabilidad real por el país y los ciudadanos siguen frotándose las manos con las dificultades en vez de entender su rol histórico para poder salir todos de la madre de las crisis.