El programa electoral se centra en el colectivo más castigado por la crisis y por la troika
El Partido Socialista de Portugal (PS) promete “alivio fiscal” a las clases medias y subidas de salarios a los funcionarios públicos, que junto a los jubilados representa el mayor caladero de votos. Así se recoge en el programa electoral que los socialistas portugueses aprobaron este sábado con el que buscan alcanzar la mayoría absoluta en las elecciones de octubre. El PS defiende un aumento del 3% anual en la masa salarial de la Administración Pública.
Las clases medias se convierten en el principal objetivo del partido gobernante para reeditar su mandato. Fue la clase más castigada durante la crisis, con aumento del impuesto sobre la renta —aparte del IVA de productos básicos— y ahora el PS les promete aumentar los tramos en la declaración fiscal, lo que redundará en rebajas para las clases medias y las familias con niños. “Las principales medidas deberán ser dirigidas al alivio del esfuerzo fiscal de la clase media”, anunció el primer ministro y líder socialista, António Costa. Las rebajas también se van a extender a las empresas, con incentivos a la reinversión de beneficios.
Hace dos semanas el primer partido de la oposición, el socialdemócrata PSD, ya prometía bajar un 4% los impuestos de la clase media y el IVA de la factura eléctrica y del gas del 23% al 6%. Durante los años en que el país estuvo bajo el programa de la troika (2011-2014), el Gobierno de la coalición de centroderecha PSD-CDS aumentó la presión fiscal sobre los salarios y los beneficios empresariales. También impuso tasas en las visitas a la sanidad pública, aunque fueran a urgencias, que ahora el PS promete eliminar, pero poco a poco.
De ser reelegido —como pronostican todas las encuestas— Costa repetirá estrategia y distribuirá la aprobación de las promesas sociales contenidas en su programa a lo largo del cuatrienio. Entre ellas se incluye un vale de gafas para los menores de 18 años y mayores de 65, siempre que sean prescritas por la Seguridad Social; aumentar el cheque dentista entre los niños menores de 6 años y ampliar el programa de libros escolares gratuitos a más años.
La presentación del programa electoral socialista se produjo justo al término de la legislatura, el pasado viernes, en la que el Gobierno de la geringonça —resultado de un Ejecutivo socialista en minoría con el apoyo del Bloco y del PC— ha dado a Portugal cuatro años de estabilidad y una salida modélica del rescate económico. Todas las encuestas apuntan a una reedición de la fórmula, si existe voluntad de las partes. El PC ya ha dicho que sí. El éxito de la coalición le debe mucho al ministro de Finanzas, Mário Centeno, factótum de los programas económicos socialistas, actual presidente del Eurogrupo y candidato a dirigir el FMI.
De cara a Bruselas, el programa socialista promete acaba 2023 con una deuda del 100% del PIB, en la actualidad es del 118%, y aumentar la inversión pública, las crítica más fuerte de sus socios, un 56%, frente al 49% de la anterior legislatura; también actualizará anualmente el salario mínimo, que en cuatro años ha aumentado un 20%.
El programa económico del PS es, sin embargo, menos concreto en los ingresos para acometer ese aumento del gasto en inversiones, salarios y rebajas de impuestos, lo que ha concitado las primeras críticas de los partidos a la derecha.
Respecto a reformas legislativas, el PS impulsará una nueva ley electoral -que no cuenta con la venia de Bloco y PC- y castigos más fuertes para la corrupción política, con 10 años de inhabilitación en puestos de la Administración para los políticos con una condena firme.
En el sondeo mensual de Aximage, la ventaja del PS sobre el PSD es de 14 puntos, que no le da la mayoría absoluta, pero si un Gobierno con capacidad para prescindir de alguno de sus aliados. El PS ganaría las elecciones con el 35,5% de los votos, seguido del PSD (23,6%), Bloco (9,4%), CDU (PC más Verdes), 6,8%; CDS, 4,9%, y Personas-Animales-Naturaleza (4%). Sin embargo, otro sondeo, de Pitagórica, otorga al PS el 43,2% de los votos, en la frontera de la mayoría absoluta- frente al 21,6% del PSD.
Hace cuatro años, la coalición de Gobierno de centroderecha que gobernaba (PSD+CDS) logró el 36,8% de los votos, por delante del PS con el 32,3%. La coalición parlamentaria de los socialistas más el Bloco (10,2%) y PC (8,2%) consiguió el cambio de gobierno, bajo la batuta de Costa.