El presidente de Ucrania propone declarar la ley marcial tras el incidente naval con Rusia

ucrania rusiaKiev acusa a Moscú de haber capturado este domingo tres barcos y causado dos heridos frente a Crimea, anexionada en 2014 por el Kremlin. Rusia ordena la apertura del estrecho de Kerch

El intento de una flotilla militar ucraniana de llegar al mar de Azov desde el mar Negro, obstaculizado por lanchas del servicio de guardafronteras de Rusia, ha sido el detonante de una peligrosa situación en el estrecho de Kerch, que une estos dos mares. A consecuencia del incidente, ocurrido el 25 de noviembre, Rusia cerró físicamente el paso por ese estrecho a los buques ucranianos (mediante un carguero atravesado y buques de guerra), lo que constituye un gesto sin precedentes desde la desintegración de la Unión Soviética. Las autoridades rusas han desbloqueado este lunes el paso a la navegación por el estrecho. «El movimiento por el estrecho de Kerch se ha reanudado», ha indicado el director de la empresa KMP, que gestiona los puertos de Crimea, Alexei Volkov

 

Como consecuencia de esta crisis, el Consejo de Seguridad de la ONU se va a reunir este lunes, según ha informado AFP citando a fuentes diplomáticas. Después de reunirse este domingo por la noche con los altos mandos militares y de seguridad, el presidente ucranio Petro Poroshenko ha decidido que va a proponer al Parlamento del país la instauración de la ley marcial, según informa Reuters.

El cierre del estrecho fue confirmado a la agencia Ría Nóvosti por Alekséi Vólkov, director de la empresa Puertos Marítimos de Crimea. Moscú y Kiev dan explicaciones divergentes sobre el incidente, que es la última consecuencia de la escalada de tensión en ese punto. Desde la anexión de Crimea en 2014, Rusia controla las dos orillas del estrecho y considera como propias las aguas territoriales ucranianas en torno a aquella península del mar Negro.

El 25 de noviembre por la mañana, la flotilla formada por los acorazados Berdyansk y Níkopol y el remolcador Yana Kapu efectuaba una travesía regular desde el puerto de Odessa, en el mar Negro, al de Mariúpol, en mar de Azov, y habían informado antes de su desplazamiento, de acuerdo con las normas internacionales para la seguridad de la navegación, según la versión de Kiev recogida por la agencia Interfax de Ucrania.

Según el relato ucraniano publicado en Facebook, guardacostas del servicio de guardafronteras de la Federación Rusa emprendieron “acciones abiertamente agresivas contra los buques de la flota militar de Ucrania”. Y uno de los guardacostas rusos arremetió contra el remolcador causándole daños en el motor, abolladuras y la pérdida de una balsa de salvamento, según ese comunicado.

Estas acciones, afirma la versión ucraniana, se realizaron en contra de la “convención de la ONU de derecho marítimo y el acuerdo entre Ucrania y la Federación Rusa de cooperación y empleo del mar de Azov y el estrecho de Kerch”. El Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB) sostuvo que Ucrania no informó del paso de la flotilla y calificó la travesía como «una provocación intencionada». El servicio de prensa de la flota ucraniana ha acusado en Facebook a las fuerzas especiales rusas de haber abordado y capturado tres barcos de la flotilla y causado dos heridos.

El acuerdo bilateral sobre el mar de Azov y el paso por el estrecho de Kerch fue firmado en 2003 y ratificado por los Parlamentos de ambos países. A tenor de ese documento, el de Azov es un mar interior de gestión conjunta, que puede ser usado libremente por los buques de ambos países y por buques extranjeros invitados, incluidos los militares, previo acuerdo con la otra parte.

De forma unilateral, Rusia inauguró en mayo un puente que une las dos orillas del estrecho y en los últimos meses ha incrementado su presencia militar en la zona, así como el número de inspecciones de los buques ucranianos en ruta entre los dos mares. Las regiones industriales del este de Ucrania utilizan los puertos del mar de Azov para la salida a altamar, así que un bloqueo del estrecho de Kerch podría dejarlas en un callejón sin salida.

El pasado 22 de noviembre, el viceministro de Exteriores ruso, Grigori Karasin, declaró al diario Kommersant que el acuerdo ruso-ucraniano sobre el mar de Azov y el estrecho de Kerch es indefinido y carece de cláusula de denuncia. Por esa razón, según Karasin, en ese mar no está vigente la convención de derecho marítimo de la ONU de 1982. El viceministro opinó que, desde marzo de 2014, Rusia “tiene derecho a poner en práctica su soberanía” en ese estrecho. Karasin afirmó además que Rusia garantiza el derecho de Ucrania a emplear ese lugar de paso para los buques mercantes, “pero no para los buques de guerra”, de terceros países. “El canal Enikale (ruta de navegación dentro del estrecho de Kerch apta para buques de hasta nueve metros de calado) funciona regularmente como durante los últimos 25 años y es una arteria internacional importante que no planeábamos ni planeamos cerrar”, subrayó Karasin.

Con las informaciones disponibles este domingo por la noche no se podía saber si la flotilla ucraniana había llegado o no a Mariúpol. La marina ucraniana acusó a Rusia de negarse a garantizar el derecho de paso contemplado por acuerdos internacionales, pero aseguró también que el contingente naval ucraniano continuaba su travesía hacia Mariúpol, a pesar del incidente.

Rusia se opone a la militarización del mar de Azov y al ingreso de Ucrania en la OTAN. El 22 de noviembre, la Rada Suprema de Ucrania (Parlamento del país) votó por modificar la Constitución para fijar en ella el rumbo político proatlantista y proeuropeo del país.

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