Para nadie es un secreto que el Partido de la Liberacion Dominicana durante los últimos 24 años ha sido el partido de mayor nivel aprobación, validación, respeto y confianza por parte del pueblo Dominicano y los grupos de poder económico del país. Quien no reconozca eso, no está siendo sincero consigo mismo.
Este partido, que pareció ser el elegido para llevar a esta nación a otro estadio de desarrollo y crecimiento, contando con el respaldo ciudadano casi absoluto, hoy está en crisis y está descalificado para gobernar.
Es muy delicado lo que acontece, está crisis del PLD, no es solo del PLD, esta crisis trasciende a la sociedad como un todo y por lo tanto repercute de manera directa en todo el sistema de partidos de nuestro país.
Por lo tanto, en vista de las circunstancias actuales entendemos que el PRM a corto plazo será beneficiado por esta crisis, pues es la única opción de cambio natural. Pero eso no es del todo positivo para el partido Moderno.
A este partido de la oposición le corresponderá manejar una situación muy delicada, y es, administrar una crisis social, politico, económica y partidaria, algo realmente muy delicado para ellos y todo el país, porque de no saber manejarla, podría colapsar todo el estado de derecho.
Recordemos que al PLD se le toleró todos y cada uno de sus errores, pues tenía la validación, aprobación y confianza ciudadana, de otro lado al PRM no se le dejará pasar una sola, pues con esta debacle partidaria el pueblo se ha tornado incrédulo e intolerante, ante los manejos inapropiados de todos los políticos y al PRM se le atribuye de manera natural su cuota de responsabilidad, por lo tanto, actuar de espalda a esa realidad sería el primer error.
Un consejo al PRM, debido a esta situación debe gobernar con mucho consenso, prudencia y tacto.
Este partido no podrá abusar del capital político natural con el que llegan los partidos al poder, llegará prácticamente desgastado, recalco, como si todo lo que acontece fuera parte de su responsabilidad.
“Hay que tener mucha conciencia social y política para validar y entender lo que planteo en este breve escrito.”
El PRM tendrá una bola de fuego en sus manos a partir del 16 de agosto y dependerá de su capacidad para maniobrarla sin quemarse, la estabilidad social y política del país.
Paul Almanzar Hued