por Alexis Jiménez
El Partido Revolucionario Moderno (PRM) enfrenta un momento definitorio de cara a sus procesos internos de 2026, un paso clave para consolidar al presidente Luis Abinader como el líder indiscutible de la organización y preparar el terreno para las elecciones de 2028. Si bien otras posiciones dentro del partido estarán abiertas a la participación democrática de sus bases, el objetivo central es garantizar la continuidad del proyecto de nación que encabeza Abinader, sustentado en tres pilares fundamentales: el apoyo a su gestión, la reafirmación de su liderazgo y la emergencia de nuevas figuras comprometidas con los ideales de desarrollo y progreso del gobierno actual.
Una Gestión que Habla por Sí Misma
La administración de Luis Abinader ha dejado una marca significativa en áreas como la transparencia, el combate a la corrupción, el fortalecimiento institucional, la gestión de la salud pública y el crecimiento económico. A esto se suman avances en educación e infraestructura que el PRM debe destacar como logros tangibles. Según el Banco Central, el PIB creció un 4.9% en 2023, superando el promedio de la región, mientras que el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo reporta una reducción de la pobreza del 3% desde 2020, respaldada por datos de organismos internacionales. Estos resultados son la base sobre la cual el partido debe construir su narrativa, demostrando con hechos su compromiso con el bienestar de los dominicanos. Sin embargo, esto exige apego estricto a la ley electoral y al régimen de partidos, evitando campañas prematuras y respetando los plazos establecidos para mantener el enfoque en la gestión gubernamental.
Reforzando el Liderazgo de Abinader
Luis Abinader no solo lidera el gobierno, sino que se ha convertido en el pilar del PRM. Con una aprobación que ronda el 60%, su popularidad es un activo invaluable que el partido debe capitalizar. Su liderazgo, caracterizado por la responsabilidad y una visión de futuro, debe seguir siendo el eje que inspire a las nuevas generaciones y proyecte unidad dentro del partido. Para ello, Abinader debe mantener su enfoque en cumplir las promesas hechas a la ciudadanía, fortaleciendo las instituciones democráticas y consolidando un legado que trascienda su mandato.
Forjando Nuevos Líderes para el Futuro
El PRM tiene la tarea de identificar y formar una nueva generación de líderes que perpetúen su visión de gobierno. Estos deben surgir de trayectorias marcadas por el esfuerzo, la profesionalidad y un compromiso genuino con el pueblo dominicano, alejándose de las prácticas obsoletas que han caracterizado a otros partidos del sistema político nacional. El presidente Abinader desempeñará un rol crucial al respaldar a una figura que comparta su visión y cuente con una trayectoria intachable. Este proceso debe ser transparente, respetar la legalidad electoral y evitar cualquier atisbo de proselitismo anticipado, priorizando la formación de líderes dedicados al servicio público y al progreso del país.
La Unidad como Desafío y Fortaleza
La cohesión interna es un reto ineludible para el PRM. El liderazgo sólido de Abinader será clave para evitar que diferencias o facciones debiliten al partido. Construir un proyecto inclusivo, donde todos los liderazgos tengan voz y se alineen bajo una narrativa compartida, es esencial para mantener la estabilidad. Resolver conflictos internos y fomentar la unidad serán tareas prioritarias, con Abinader como el eje que garantice que el PRM avance como un frente unificado hacia 2028.
Hacia un Futuro Prometedor
El éxito del PRM en las elecciones de 2028 dependerá de cómo fortalezca estos tres pilares: el respaldo a una gestión exitosa, la consolidación del liderazgo de Abinader y la unidad interna. Todo ello, sin perder de vista que el verdadero norte debe ser el servicio al país y el bienestar de los dominicanos. Como lo ha expresado el propio Abinader, el enfoque está en construir un buen gobierno, hecho por y para la gente. Solo con hechos concretos y un compromiso firme con el progreso, el PRM podrá asegurar un futuro que honre las expectativas de la nación.
