San Cristóbal. Los “vertederos flotantes” se han convertido en un escenario común en algunos ríos del país, como en el Yubazo, localizado en la provincia de San Cristóbal, que se encuentra en condiciones deplorables.
Actualmente este afluente, uno de los más importantes para el desarrollo de la agricultura en la referida provincia, es utilizado como basurero por los residentes de la zona que arrojan plásticos y animales muertos.
Algunas cañadas también contaminan el río, debido a la carencia de un sistema de acueducto y alcantarillado eficiente.
Actualmente se encuentra paralizada la construcción de la planta de tratamiento de aguas residuales, supuestamente por la falta de recursos económicos para su conclusión.
Dicha planta pretende sanear el río Yubazo. Este proyecto es llevado a cabo con la colaboración del Gobierno francés y la República Dominicana a través del Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillado (Inapa).
La cañada del ‘Vertedero’, como es llamada, impacta de forma negativa directamente al río, todo lo que sale de allí son aguas negras y restos de comida descompuesta.
En ese sentido, justo en el medio del riachuelo han dispuesto toneladas de basura, donde niños se bañan y moradores lavan ropa, sin percatarse del peligro que representa para la salud estas aguas intoxicadas.
Durante un recorrido realizado por un equipo de elCaribe se encontraron en la parte alta del río reses descuartizadas, presuntamente sustraídas de fincas de la zona. Allí yacían los restos de pieles y huesos que se encontraban en proceso de descomposición que posteriormente el agua arrastra. El hedor en el área es insoportable en horas de la noche, así lo manifestaron pobladores del lugar, que expresan, además, que la situación es recurrente.
Moradores se quejan
“Pensé que las autoridades nuevas no iban a permitir ese vertedero que hay en el río. No han realizado un operativo verdaderamente importante, toda esa basura es del pueblo que luego llega al río de Nigua. Deben prohibir que los carreteros tiren basura en el río, estamos cansados de protestar por la situación actual. También la planta de tratamiento, que han gastado mucho dinero y actualmente está abandonada, por la falta de dinero”, dijo Pedro Santo Geraldino, residente en el sector San Antonio, San Cristóbal. Esta situación en el río mantiene a los residentes en sectores aledaños constantemente preocupados de que sus hijos se enfermen.
La ley 123 del 10 de mayo de 1971 lo penaliza
Esta ley prohíbe la extracción de los componentes de la corteza terrestre llamados arena, grava, gravilla y piedras. El artículo 4 indica que “Ninguna persona o personas naturales o jurídicas hará excavaciones, remociones o dragados de los componentes de la corteza terrestre precedentemente descritos para uso comercial o industrial en terrenos del dominio público o privado del Estado o de los particulares, sin obtener un permiso para esos fines del Poder Ejecutivo, previa recomendación de la comisión creada por el artículo 2 de esta ley, excepto cuando las excavaciones, remociones o dragados sean necesarios para obras cuya construcción haya sido autorizada”.
