El Pleno del Senado ha autorizado este viernes al Gobierno de Mariano Rajoy a aplicar el artículo 155 de la Constitución en Cataluña, entre cuyas medidas figura el cese inmediato del presidente de la Generalitat y sus consejeros, y que serán aprobadas por el Consejo de Ministros, previsiblemente esta misma tarde.
Entre aires de funeral por el naufragio de la política en Cataluña, el 80 por ciento del hemiciclo respaldó el trámite parlamentario más importante de cuantos ha vivido el Senado: PP, PSOE, Ciudadanos, UPN y Foro Asturias. En contra votaron Podemos y los nacionalistas de ERC, PDECat, PNV y Bildu.
La Cámara Alta validó todas las medidas que solicitó el Ejecutivo de Rajoy, a excepción de la referida a someter a control del Gobierno a TV3 y el resto de medios públicos catalanes. El PP aceptó a última hora esa petición del PSOE. Los socialistas, sin embargo, retiraron su enmienda para introducir una moratoria que dejara en suspenso el 155 si había convocatoria de elecciones autonómicas. La propuesta, desesperada, buscaba «aprovechar cualquier resquicio» de diálogo «hasta el último minuto», aunque el PP se mantuvo firme, sin aceptar el canje.
La confirmación de que el Parlament se disponía a someter a votación la proclamación de la república catalana liquidó las ilusiones del portavoz socialista, Ander Gil, quien, digerido el revés, anunció a media mañana que renunció a la enmienda. «Han dado un portazo», claudicó el grupo socialista, que avaló así la ejecución inmediata del 155 sobre las instituciones catalanas.
En el banco socialista faltó el expresident de la Generalitat José Montilla, que se ausentó de la votación y siguió el momento desde el Salón de Pasos Perdidos del Senado. Francesc Antich, expresidente del Baleares, también se han ausentado de la votación.
La votación ha sido precedida de un debate en bucle, de argumentos repetidos, y la sensación general del fracaso colectivo. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, fue el primer en subirse a la tribuna para pedir el apoyo al Senado. «Ha llegado el momento de que se imponga la ley, no contra Cataluña, sino para impedir que se abuse de Cataluña», ha asegurado Rajoy, reivindicando que ante el grave desafío planteado, el mayor de la etapa democrática, «España tiene derecho a defenderse».
En el momento en el que, a las 15.25 de la tarde, el Parlament aprobaba su resolución por la república catalana, el portavoz del PP, José Manuel Barreiro se desgañitó desde la tribuna del Senado: «Cataluña seguirá siendo España». En los escaños de ERC y PDECat reinaba el alborozo por la proclamación en el Parlament.
En los pasillos de la Cámara Alta hubo aires de funeral. «Hemos hecho todo lo que hemos podido», se lamentó el portavoz socialista. También Podemos exhibió pesadumbre, aunque se opuso a la intervención del Estado ante el atropello de legalidad en Cataluña.