El pueblo dominicano votó fuertemente por sacar a un gobierno evidenemente corrupto, vicioso de aplaudir impunidad con el cual se acumuló, junto a las torpezas del manejo político, ganas de que salieran y que venga lo que sea.
La Ola de Cambio subió al que más cerca estaba que venia de ser burlado por su contendiente a lo interno, que nunca imáginó que este seria coronado, luego de cuestionables cúmulos de años de aparentes éxitos en una sociedad que no ha logrado cumplir las metas del milenio requeridas por la ONU.
Danilo Medina, vapuleado hoy, logró subir cuan globo el ranking de mejor presidente casi del mundo en un activismo mediático como nunca se habia visto en la República Dominicana despues del aplaudido por miedo dictador Trujillo y todo gracias a tener de «consigliere» a un asesor brasileño que se convirtió, factura millonaria en mano, en el ser que inflara el globo de la popularidad independientemente de ejecutorias malas, buena so pésimas.
Salto de charcos, boches a ingenieros con cámara en mano, ventas de programas como Dominicana Limpia y Revolución Educativa que no acabaron con la basura y no logró subir a los educandod criollos ni un punto en las mediciones PISA, Joao desde la sombra era la boca que soplaba manipulando la prensa ya comprada hasta niveles insospechados, dejando que las mafias de los ejercitos cyber cundieran en las redes sociales con organismos de seguridad mirando a otro lado y encuestadoras fantasmas engordando titulares a sabiendas del mar de medios Copy & Paste gratis solo con la esperanza que desde el DICOM se les tomara un dia en cuenta.
Joao cae preso como antesala del escándalo que sacudió Brasil y el mundo, el LAVAJATO y a partir de ahí, Danilo no remontó más, las masas se movilizaron y sumado a su mezquindad política de «yo o que entre el mar» dejo que este entrara como evento imposible de pensar si el carioca habría estado a su lado.
Los líderes necesitan su Joao, no importa incluso si se use traductores, el jefe necesita alguien que le diga la verdad en medio de anillos complacientes y adulones, a un presidente se le teme por un «decretazo» o el control de todo, en estas democracias representativas presidenciales donde su figura roza cuan Júpiter capaz de reventar a quien sea si se les molesta.
Mantener el ego controlado es una tarea de titanes no propias de estas zonas del mundo consumidas por el privitivismo político y el humano cliente, el ejercicio del poder corrompe a las personas y su sentido común es el primer «órgano» que muere… luego, la prudencia… la paciencia y si no se esta a tiempo, la decencia…
El actual gobierno llegó cargado de buenos deseos junto a una interesante camada de dirigentes nuevos, jóvenes, capaces, pero perseguido por camaleones gastados de pasadas gestiones que lograron incluso convivir con los adversarios y hasta enriquecerse y un pueblo que quería cambios pero temían al cambio…
En medio de funcionarios «haciéndolo bien» comienzan el ir y venir de decretos, errores de redacción, hasta pasados corruptos decretados, verdaderos disparates de método y penosas deficiencias en la comunicación… los anillos de poder cercanos al presidente disparados en Twitter, el populismo desenfrenado desembocan en hacer quedar mal una y otra vez al primer mandatario que gracias a la inexperiencia del ejercicio del poder de sus allegados y su propio carácter del no tigraje cae víctima de su propia novatada.
Tan predecibles que incluso el guión cansado del anterior derrotado de «el mejor presidente» esta siendo reproducido por los nuevos inquilinos del Palacio Presidencial.
Todas las semanas la sociedad ha sido sacudida de desvarios no propios de un gobierno joven y deseoso de gobernar bien pero sin entender, de una vez por todas, que los Joao hacen tanta falta pues no importa incluso que lo hagas bien, la mecánica de estrategia comunicacional y el equipo capaz que revise cuanta cosa intente salir antes de que divulgue, conteniendo los desesperados devaneos, hacen que un presidente luzca exitoso más allá de su lo hace bien, o lo hace mal.
Luis Abinader necesita desesperadamente encontrar a su Joao aunque sea reciclado.
