No lo podrán impedir.
Es cierto si, que el Danilismo arrasó con el partido, como también es cierto que muchos miembros del Comité Político se hicieron millonarios mientras las bases, disciplinadas, eran usadas una y otra vez hasta ser sacadas del poder pero permaneciendo en su pobreza.
Los expedientes ahora zurcan las mentes de algunos que es difícil estén viviendo tranquilos y seguro, pendientes o haciendo los amarres para que la ola de justicia (en teoría), no les alcance y les requieran para que expliquen la fortuna acumulada, invertida y hasta lavada en fincas y propiedades en todo el territorio nacional.
Sin embargo, aun cuando las siglas PLD hoy son casi impronunciables, la ausencia de liderazgos en todos los partidos del sistema, junto con el quiebre visible del partido que gobierna entre la vieja guardia y una nueva, junto a los esfuerzos del nuevo partido surgido del morado de succionar lo mas que pueda lo que huele a cadaver pero no alcanzando niveles de aplastar, dan pie a que muchos piensen en que una nueva esperanza podría estar invadiendo las filas moradas y aun con el miedo implícito de la disciplina partidaria usada como coacción por míseros empleos pronto, no pueda ser suficiente y ocurran cambios para muchos, inesperados.
El PLD es un partido en buena media de militancia instruida y que se crearon y crecieron con disciplina y ello, aun con el descalabro y baja moral impresa por el perder todo, de repente, podría recomponerse de fuerzas nuevas que se van articulando, ya sin miedos a perder algo porque ya perdieron y terminen sacando a la vieja guardia o al menos, retirándolos.
Nada puede impedir que los tiempos cambien.
Morados al fin, no creen en «tierra arrasada» como en otros partidos y aunque les duela seguirán tratando con respeto a los aborrecidos por toda la sociedad dominicana que clama hoy por ver algunas cárceles con nombres conocidos, pero el partido es más grande que quienes se sirvieron de él tratando a Bosch como un trapo llenando sus arcas de dinero y vergüenza, rayos con fuerzas nacen desde el hartazgo y puede ser, seguro y en ningún escenario descartable que una revolución a lo interno extermine el status cuo que conocemos hasta hoy e incluso, los implicados terminen tirados en la lona por el poder reinante… sin embargo algo está claro: en política nada es descartable y los liderazgos surgen en momentos de crisis por lo que, mírenlo: «the revolution is comming».