Esas labores las realizó entre mediados de agosto del año 2020 y abril del 2021 la Unidad de Proyectos Agroforestales
La nueva gestión de la Unidad Técnica Ejecutora de Proyectos de Desarrollo Agroforestal de la Presidencia (Utepda), ha plantado (según un corte numérico de agosto 2020 a abril de 2021) cuatro millones 560, 269 árboles de tipo agrícola, agroforestal y forestal, con una intervención de 42,199.17 tareas, de acuerdo con estadísticas suministradas a elCaribe por el director de la institución.
De esos predios, según detalló Eliferbo Herasme, 28,618.50 tareas corresponden al componente forestal (1,449,569 plantas), por vía de la incorporación de poco más de veinte especies forestales, y unas 13,580.67 tareas al agrícola (3,110,700 plantas), en los rubros café, aguacate y mango.
Con la intervención se han beneficiado unos 877 pequeños productores, enmarcados en zonas de alta montaña.
Además de esos rubros señalados, según las cifras ofrecidas, se han establecido unas 6,000 plantas de nuez moscada, 5,347 plantas de malagueta y 109 plantas de clavo dulce, beneficiando a 520 productores. “Para 2021, en términos totales, tenemos una meta mucho mayor y el hecho de que hayan iniciado las lluvias es un elemento de importancia”, dijo el funcionario. Si los planes que tiene Herasme se alcanzan, se estarían sembrando, este 2021, unas 15 millones 546,719 plantas. “No dudamos que la meta se alcance, porque hemos venido trabajando para eso a tiempo completo, 24/7 (eso quiere decir todos los días de la semana)”, aseguró el director de Utepda, respondiendo a una y otras preguntas formuladas por este diario. La conversación se dio a media mañana, justamente un día no laborable. Pero Eliferbo no tuvo problemas en acudir a su oficina a cumplir con la entrevista programada.
“Este año se trabaja para crear todas las condiciones que permitan alcanzar el tareaje programado”, sostuvo.
La Utepda regentea los proyectos de desarrollo agroforestal en provincias de la región sur y norte del país, con un enfoque de desarrollo sostenible, que en general engloba tres componentes, que son el ambiental, el económico y el humano. Ese enfoque integral define una visión de lograr una mejor calidad ambiental y una contribución al desarrollo social y económico de las comunidades de alta montaña intervenidas en el país.
El origen y la trayectoria
Fue por vía del decreto 10-07, del 19 de enero del 2017, que se creó la Unidad para coordinar, supervisar e implementar los proyectos de reforestación. Luego, mediante el decreto 469-20 del 11 de septiembre de 2020, se confirmó la necesidad de mantener integrada la Unidad Técnica Ejecutora de Proyectos Agroforestales y se modificó la estructura organizacional. Con posterior actualización, por vía de los decretos 659-20 del 11 de septiembre de 2020, y 27-21, del 15 de enero de 2021, se adscribió la Utepda al Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales y se actualizó la conformación de la Unidad Coordinadora de Proyectos de Desarrollo Agroforestal.
¿Cómo se hace para alcanzar los objetivos planteados?
De acuerdo con los datos de Eliferbo Herasme, la consecución de los objetivos se logra a través de la restauración de ecosistemas, a través de la reforestación con fines de conservación y aprovechamiento y con la adopción de tecnologías agrícolas y agroforestales, lo que incluye renovación de los cafetales diezmados por la broca y la roya del café, el establecimiento del aguacate y el cacao con fines de exportación, la rehabilitación de caminos interparcelarios y vecinales, la titulación de las propiedades de los beneficiarios y la formalización, fortalecimiento y elaboración de planes de negocios para las cooperativas.
Herasme resaltó que se realizan trabajos de construcción y equipamiento de infraestructuras y se desarrollan jornadas de capacitación multidisciplinaria a los técnicos y beneficiarios, así como actividades ambientales y sociales, amparadas en las políticas de medio ambiente y cumplimento de salvaguardias y gestión del riesgo de desastres naturales, entre otras. Como parte de esa capacitación a beneficiarios a la que se refirió el funcionario, se han realizado 28 talleres, impactando de forma positiva a 717 beneficiarios en diversas temáticas, entre ellas: sensibilización sobre áreas protegidas; inducción sobre el cooperativismo y sobre los propios proyectos agroforestales, así como manejo integrado de plagas del café con énfasis en la broca. Adicionalmente, se crean espacios de discusión del plan de restauración en los sitios piloto, en los proyectos y zonas de intervención directa.
Las intervenciones se realizan en siete proyectos, ubicados en Elías Piña (en territorio de varios municipios), en el área del embalse de la presa Sabaneta, en Las Cañitas-Azua; en el área de influencia de la presa Sabana Yegua, en Independencia, Bahoruco y también en Barahona, incluyendo toda la zona cafetalera, tocando territorios del municipio Enriquillo, entre otros. Las explicaciones de Eliferbo Herasme indican que se han realizado otras intervenciones importantes a favor de asociaciones comunitarias de larga trayectoria en la caficultura de la región Cibao. Eso incluye a la provincia Hermanas Mirabal y la zona de Jamao Adentro-Los Azules, municipio Salcedo. Las acciones llegado a Bonao, provincia Monseñor Nouel; la zona de Sabana del Puerto, Blanco y Juan Adrián, entre otros.
“Pero debo decirle que nuestros coordinadores en los siete proyectos del sur han estado trabajando día a día, con algunas modificaciones que de agosto a la fecha hemos ido haciendo para que se pueda cumplir al pie de la letra con la meta”, dijo el director de Utepda.
Entre las modificaciones a las que se refiere está la disposición de que los auditores, que son quienes dan seguimiento continuo a cada paso que se da para la siembra de una planta, en vez de estar en la sede de Santo Domingo, vayan a los proyectos. “Es que los proyectos son, en definitiva, los que reciben las plantas. Los auditores deben estar ahí, mirando, calculando y dando seguimiento a cada etapa del proceso”, indicó.
La sinergia con el BID y el cuidado
Desde el punto de vista de Eliferbo Herasme, el otro papel adicional que tiene cada uno de esos auditores (cosa que no tiene el coordinador agrícola, el coordinador del proyecto y el encargado de datos) es que trabaja directamente con el Departamento de Operación de la Unidad. “Por ejemplo, si a la provincia Independencia llegara un camión con una cantidad equis de plantas, ese auditor tiene que darle seguimiento desde que entra a la provincia, hasta donde serán depositadas. Y esas plantas tiene que contarlas una por una”, sostuvo.
El hecho de que sea así, es porque el director de Utepda quiere evitar que le pasen “gato entre macuto o gato por liebre”, con los materiales de siembra, de abonos y otros que constantemente intervienen en las labores de cultivo.
La Utepda dijo que trabaja de cerca con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que le está ofreciendo respaldo financiero, para lograr avances que se requieren y para alcanzar objetivos que entre los años 2017 y 2020 (era una gestión de gobierno distinta, encabezada por el Partido de la Liberación Dominicana) no fueron posibles. “Vamos a comenzar a recuperar documentos, documentaciones y a comenzar a recopilar cosas que no estaban en el tapete, pero que tienen que estar. Estamos trabajando de forma puntual con algunos detalles y auditorías”, informó el director Herasme. Y aseguró que entre 2017-2020 el Estado perdió casi 200 mil millones de pesos por un incentivo que se otorgaba a supuestos productores, que en realidad no tenían ni un pedacito de tierra.
Números de 2017 a 2020 no cuadran en aritmética
La actual gestión de la Utepda puso en duda que la pasada haya sembrado 74 millones de plantas entre los años 2017 y mediados de agosto del año 2020, como informó. “Eso es imposible. Y como es una duda que tengo, no puedo decir sí o no. Mi papel es ver lo que dicen las auditorías (…). En el primer levantamiento de auditoría que hicimos solo aparecen registradas 25 millones 642 plantas. Y casi 600 beneficiarios cobraban un incentivo de RD$5,000 sin tener tierra”, dice Herasme.