La cama fue confeccionada con hierbas y guardó algunas piezas de ocre y de piedra elaborada, que señalaban la pertenencia a alguna persona primitiva.
Arqueólogos sudafricanos han identificado entre los hallazgos realizados en una cueva cercana al conjunto de yacimientos conocido como Cuna de la Humanidad, una especie de lecho de paja utilizado por personas hace entre 40.000 y 60.000 años.
Este prototipo de colchón herbáceo, parcialmente conservado en la cueva de Border, contenía pequeños fragmentos de herramientas de piedra y piezas de ocre, evidencia de que realmente pertenecía a un ser humano. Posiblemente tenía aproximadamente dos metros de largo, estiman los arqueólogos, que reportan sobre este objeto en Quaternary Science Reviews.
Los autores admiten que los restos de ese lecho paleolítico no se han conservado de forma más completa porque parte de los fragmentos herbáceos habían sido excavados antes, al no reconocerlos. Los científicos sometieron estos vestigios al análisis por radiocarbono y por espectroscopía de resonancia paramagnética electrónica, lo que les permitió establecer la edad.
La cama herbácea estaba depositada sobre un soporte de yeso con múltiples tallos, hojas, semillas y fragmentos de carbón esparcidos encima. Los investigadores destacan en especial la presencia de una capa de ceniza en el medio y conjeturan que cuando los habitantes de la cueva llegaron por primera vez, quemaron el viejo lecho, posiblemente infestado de insectos. Además, podían incinerar las hierbas anteriores cuando se les volvía desagradable acostarse sobre ellas.
Cerca de la supuesta cama los arqueólogos han encontrado algunas herramientas de piedra, incluidas varias que tenían huellas de resina de coníferas ‘Podocarpus’, utilizada como pegamento. Además, han sido desenterrados dos esqueletos de infantes, un hueso elaborado y algunas joyas.